Libby Lane toca el saxofón, está casada, tiene dos hijos y es hincha del Manchester United, pero, sobre todo, desde el lunes será la primera obispa de la Iglesia de Inglaterra. Lane, cuyo nombre completo es Elizabeth Jane Holden Lane, fue ordenada sacerdote en 1994, el mismo día que su marido, en una de las primeras designaciones de una mujer para ese cargo.

El lunes será consagrada obispa de Stockport, en el centro de Inglaterra, en una ceremonia que tendrá lugar en la catedral de York, que reivindica ser el templo gótico más grande del norte de Europa. Lane estudió teología en la Universidad de Oxford y desde 2007 ejercía de vicaria de la diócesis de Chester, en la región de Manchester.

No será la primera obispa anglicana, pero sí la primera de la Iglesia de Inglaterra, la iglesia madre de esta confesión fundada en 1534 por el rey Enrique VIII en respuesta a la negativa del Vaticano de anular su matrimonio con Catalina de Aragón.

“Es una alegría inesperada. Es un día notable para mí y un día histórico para la Iglesia”, dijo Lane, de 48 años, cuando se conoció su nombramiento. La decisión irritó a los tradicionalistas y desató un fuerte debate entre los fieles.