Dom 15.03.2015

SOCIEDAD  › ESTAN DEMOLIENDO EL PETIT HOTEL DE MARIA JULIA ALSOGARAY

Un símbolo del menemismo

La residencia de Junín 1435 estaba en buen estado de conservación y protegida por ley, pero está siendo destruida para construir un edificio. El embargo de 2000, el remate de 2009 y el cambio de manos de la casa.

› Por Sergio Kiernan

Fue el sueño de la polifuncionaria menemista y devino un símbolo de la era de la pizza, el champagne y el exhibicionismo. El petit hotel de estilo francés, cuatro pisos de altura, gran balcón terraza y equipamiento de lujo que María Julia Alsogaray remodeló en los años noventa está ahora siendo demolido para construir otro edificio en altura. Esta pérdida de un edificio que, pese a las asociaciones, es una pieza patrimonial es la segunda de la cuadra de Junín al 1400. Y nuevamente, el permiso para que sea destruido tiene una dudosa base legal.

La ingeniera Alsogaray fue elegida diputada por la Ucedé, el partido neoliberal fundado por su padre, en 1985 y en 1989 pasó al flamante gobierno de Carlos Menem como secretaria de Medio Ambiente. En ese rol hizo la famosa promesa de limpiar el Riachuelo en mil días y tirarse a nadar en sus aguas en el día 1001, cosa que no hizo. Su función más controvertida fue la de privatizadora-liquidadora de Entel, la empresa nacional de teléfonos.

En sus años en la función pública, Alsogaray compró el petit hotel en Junín 1435. Construida como una importante residencia privada, la casa es una típica tipología urbana francesa, lo que explica que sea llamada “hotel”, palabra que designa, en francés, tanto a un albergue como a una casa de fuste. Esta tiene una planta baja con garaje y servicios, una importante entrada con gran puerta de doble hoja de buena madera, acceso con escalinata a un primer piso con los ambientes de recibir, y dos pisos más privados, el superior con un amplio balcón terraza a la calle.

Para el año 2000, Alsogaray enfrentaba varias causas legales graves por el vertiginoso y evidente aumento de su patrimonio personal. Ya ese año, el petit hotel de la calle Junín fue embargado, nada menos que por el juez Juan José Galeano, hoy destituido y procesado por el encubrimiento en la causa del atentado a la AMIA. La ex secretaria siguió viviendo ahí con uno de sus hijos hasta 2008, cuando el embargo se transformó en expropiación por la no devolución de fondos. Para entonces, Alsogaray había sido condenada por enriquecimiento ilícito y por defraudación a la administración pública en dos causas, y tenía que devolver los dineros indebidamente apropiados.

El petit hotel fue vendido en 2009 en subasta pública por algo menos de un millón de dólares, un 40 por ciento menos de lo que se calculaba fuera su valor de mercado. El edificio permaneció cerrado, aunque fue discretamente ofrecido en alquiler para cualquier negocio hotelero o gastronómico, o como sede empresarial. Para 2012 estaba nuevamente en venta, a casi dos millones de dólares, y en algún momento de 2013 cambió de manos.

El destino final del edificio es su desaparición, pese a la protección patrimonial que debería proteger aunque sea su fachada. Como todo edificio construido antes del primero de enero de 1941, la casa de la calle Junín tiene un trámite especial y no puede ser demolido sin aprobación de un ente específico, el CAAP. Pero por su ubicación en la Recoleta, el petit hotel ya está protegido por una ley que protege ese tipo de edificio en ese barrio. La ley fue impulsada en la Legislatura porteña por la ex legisladora Teresa de Anchorena. Pero el petit hotel de Junín 1435 obtuvo el permiso de demolición como si no existiese la ley Anchorena.

Para mayor confusión, hay graves problemas con las fichas catastrales del edificio, como denunció la ONG especializada Basta de Demoler. En la base de datos de la Ciudad resulta que no existe el 1435 de Junín, pero para compensar figuran dos fichas con el número 1445. Una indica la correcta ubicación, por sección, manzana y lote, de la casa de Alsogaray; la otra ficha identifica un edificio de departamentos que realmente tiene en la puerta la dirección 1445. Pero el cruce o confusión sigue, porque el petit hotel figura como “desestimado” por el CAAP, con lo que se puede demoler, pero el edificio de rentas figura como protegido con una catalogación de grado cautelar, que obliga a mantener la fachada.

El último detalle irregular de la obra es que al pie del andamio que cubre la fachada del petit hotel figura un permiso de demolición con el número 17.617.923/14. Ese número es inhallable en los registros públicos de la autoridad que los emite, la Dirección General de Registro de Obras y Catastro.

Que un petit hotel de valor patrimonial en excelente estado de conservación sea demolido pese a que exista una ley que específicamente protege aunque sea su fachada ya es costumbre en un barrio que sufre tan fuertes presiones inmobiliarias. En la misma cuadra, unos metros más hacia Pacheco de Melo, ya está en venta un pequeño edificio blanco que se alza sobre otra demolición de otro petit hotel que también tenía su fachada protegida.

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