“Todavía hoy, el tema de la violencia contra las mujeres no se ve como un problema de derechos humanos”, evaluó Fabiana Túñez, directora de la asociación La Casa del Encuentro, en diálogo con Página/12. El paso que falta es grande, dijo: “Es una decisión política, y entender que vivir una vida libre de violencia de género es un capítulo imprescindible en los derechos humanos de hoy. Desde ahí se tiene que abordar”.

–Se sigue considerando como exclusivamente un problema de mujeres.

–Hay que dar esa lucha, hay que tener más varones de este lado. Varones que se visibilicen, que estén comprometidos. Es necesario, y es la única forma para lograr un cambio de paradigma, porque no es un tema de mujeres sino de todos. Detrás de Chiara Páez, de otras mujeres víctimas de femicidios, ¿cuántas víctimas colaterales que son varones hay? Además, pareciera que la agenda de la inseguridad sólo tiene que ver con robos, con violación de la propiedad privada. Pero ¿y todas estas muertes que se pueden evitar, estas violaciones que se pueden evitar? ¿Y los casos de mujeres secuestradas y traficadas para ser explotadas por las redes de trata que se pueden evitar?

–¿Cómo se pueden prevenir?

–En el caso de los femicidios adolescentes en particular, trabajando fuertemente en la temática de noviazgos violentos dentro del concepto integral de políticas públicas, que tiene que ver con la violencia de género en general. Eso está fallando, porque no está desarrollándose el Plan Nacional para la Erradicación de la Violencia, que indica la ley. Para eso hay que asignar programas y partidas presupuestarias, que permitan trabajar sobre noviazgos en escuelas, educar a varones y mujeres en igualdad, equidad y libres de violencia. El ABC es prevenir para no tener que lamentar. Hace falta brindar asistencia integral a los adolescentes, asistencia sostenida en el tiempo, en lugares especializados. Y hacen falta organismos específicos sobre igualdad de trato y oportunidades, que hagan estadísticas y otras cuestiones que generen esta idea integral de la problemática como un tema federal.

–Las situaciones y el acceso a recursos son muy disímiles.

–No es lo mismo ser víctima o tener situaciones de violencia en las grandes capitales de las provincias que en el interior profundo de cada provincia. Va a haber que tomar una decisión política a nivel nacional y locales. Además, este caso tiene doble problemática: ser adolescente y mujer en un contexto de cultura machista y patriarcal. Hay que incluir en currículas de todos los niveles educativos una política de sensibilización y reeducación de varones y mujeres.