Sáb 23.05.2015

SOCIEDAD  › DETIENEN AL JEFE DE LA BANDA DE LOS MONOS, UNO DE LOS CRIMINALES MAS BUSCADOS DE SANTA FE

El líder narco que iba por la vida como ciruja

Máximo Cantero, prófugo desde hace dos años, viajaba en un carro tirado a caballo en Rosario. En un operativo de rutina, la policía pidió que se identificara y él quiso escapar. Terminó preso. Era uno de los eslabones que faltaban para cercar a la temible banda.

› Por Lorena Panzerini

Desde Rosario

Tras permanecer casi dos años prófugo, ayer fue detenido Máximo Ariel Cantero, líder de la banda de Los Monos, a la que se le adjudica una larga serie de hechos relacionados con la narcocriminalidad en Rosario. “Martín Antonio Merlo” dijo llamarse cuando lo arrestaron dos agentes de la Patrulla de Intervención Urbana (PIU), en un procedimiento de rutina. La detención del apodado Viejo Ariel o Pájaro Grande ocurrió en el barrio Moderno, a días de que se cumplan dos años del homicidio de su hijo menor, Claudio “Pájaro” Cantero, asesinado el 26 de mayo de 2013. Dos jóvenes agentes que circulaban en motos quisieron identificar a dos personas que iban arriba de un carro de cirujeo tirado a caballo, y cuando se acercaron, el adulto se tiró al suelo y salió corriendo. Entonces comenzó una corta persecución en la que hubo balas de goma, una de las cuales le dio en la espalda a Cantero. El acusado intentó trepar un alambrado y entrar a un rancho, pero fue atrapado. Un chico de alrededor de 12 años huyó en el carro. Al parecer, era uno de sus hijos. Pasadas las 13.30, el jefe del nodo Rosario de la policía, José Luis Amaya, confirmó la detención a los funcionarios judiciales.

“Lo que se resolvió en el juicio abreviado (con los miembros de la banda) sigue su camino, mientras que ahora habrá que tomar copias del expediente y avanzar en la acusación contra esta persona, que estaba prófuga”, dijo el fiscal de cámaras Guillermo Camporini. La jueza Alejandra Rodenas ordenó el traslado a Coronda.

Entre las 12.30 y las 13, los efectivos de la seccional de barrio Moderno dieron con Cantero, sin saber que era él. “Lo detuvo una de las 120 patrullas que tenemos para brindar seguridad a diario. Fue en la zona oeste, donde se advirtió la presencia del carro, en Felipe Moré y Centeno, y decidieron identificarlos, cuando intentaron darse a la fuga. El personal lo redujo y lo detuvo. Luego lo identificaron como Cantero”, dijo Amaya en rueda de prensa.

A diferencia de muchas de las detenciones que se dieron en el marco de la causa, con allanamientos y operativos, Máximo Ariel fue detenido mientras iba al mando de un carro tirado a caballo, y fuera de cualquier procedimiento en el marco de la investigación. Tenía el pelo más corto, pero su forma de vestir era “la de siempre”. Sin embargo, Amaya relató que la detención se dio gracias a la “tarea de prevención que realiza la policía. Cuando hablamos de una conducta proactiva, que es lo que pretendemos tener, esta tarea es parte de ello: identificar personas que vemos en la vía pública”. Los policías lo trasladaron desde la zona de Centeno y Felipe Moré a la comisaría; y luego fue llevado a la División Judiciales, donde se le practicó la identificación dactilar.

Tras ello, el personal se abocó a buscar dónde podría haber estado “aguantando” el acusado. Sus abogados, Carlos Varela y Fausto Yrure, estuvieron con él en la jefatura y esperan que hoy mismo se realice la audiencia imputativa. Según les dijo, lo reconocieron y se dio la detención. Además, confirmó que está “lastimado en la cabeza y tiene un disparo de escopeta antitumulto en la espalda”.

Cantero tiene 50 años, y también es padre de Ariel “El Guille” Cantero, el único de sus hijos que fue condenado a 9 años de prisión, en un juicio abreviado, que debe ser homologado por el juez Edgardo Fertitta. El Ariel estuvo prófugo durante todo el tiempo que llevó la investigación de la llamada megacausa, que dirigió el juez Juan Carlos Vienna hasta que pasó al juzgado de Rodenas, y ahora es parte del clan de los presos, que sería imputado como miembro de asociación ilícita. Sin embargo, no estaría involucrado en las escuchas que forman parte de la principal prueba contra el resto de los imputados.

Con esto, aún quedan eslabones sueltos, ya que sigue sin ser hallado su hijo de crianza, Ramón “Monchi” Machuca, quien el año pasado accedió a entrevistas televisivas desde la clandestinidad. En esas apariciones hizo graves denuncias contra las autoridades provinciales y contra la policía santafesina.

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