Habían pasado apenas dos minutos desde el despegue, en el Aeropuerto de Ezeiza, y el avión comenzó a tener problemas. El piloto intentó un aterrizaje de emergencia en un campo de golf, en la localidad de Canning. Pero el aparato se estrelló contra la tierra y se incendió. Murieron sus cinco ocupantes. El avión, un Fokker F-27 de la empresa CATA, cargado con diarios, volaba con destino a Corrientes.
El Fokker matrícula LV-MGV había partido del aeropuerto Ministro Pistarini a las 4.30 con una carga de periódicos. A través de un comunicado, la empresa CATA identificó a las víctimas fatales como Alberto Carnelos, Daniel Ermilio, Jorge Argañaraz, Martín Carabajal y Marcelo Altamirano. Cuatro de los pasajeros “murieron calcinados”, mientras que la quinta víctima fatal falleció al salir despedido “cuando se partió el avión”, informó un vocero policial.
El accidente se produjo en el club de golf La Esperanza, donde trabajaron desde temprano para recuperar los cuerpos. El vocero de la Fuerza Aérea, comodoro Jorge Reta, informó que intervino la Junta de Investigación de Accidentes “para tratar de establecer las causas” del accidente. “No hubo otro daño físico hacia personas que estaban en el lugar” donde cayó el avión, dijo Reta, y agregó que “las condiciones climáticas aparentemente eran buenas”.
El empleado de una estación de servicio situada a cinco cuadras del lugar del accidente señaló que, antes de caer, el aparato “volaba muy bajo y con dificultades”, y que “se escuchaban ruidos extraños, como que venía fallando”. “Escuché un ruido extraño, miré para arriba y vi el avión volando a poca altura. Pasó a cinco metros de una torre de celulares, que tiene 40 metros de altura, y 500 metros más adelante cayó”, comentó el empleado. La investigación está a cargo del juez federal de Lomas de Zamora, Enrique Ferreyro Pella.