Un mafioso italiano condenado a cadena perpetua en su país, y fugitivo desde 1986, fue capturado en Brasil, donde se escondió durante casi 30 años. Ahora las autoridades brasileñas esperan el pedido de extradición desde Roma.

La prensa brasileña lo identificó como Pasquale Scotti, de 56 años. Fue arrestado en una acción conjunta de la policía federal (PF) de ese país e Interpol, que comparó sus huellas dactilares con las de la falsa identidad que había obtenido en Brasil.

“El italiano tuvo su sentencia decretada por la Justicia italiana en 1991, después de ser condenado por los delitos de portación ilegal de armas de fuego, resistencia, extorsión y más de 20 homicidios”, indicó en un comunicado la PF, sin divulgar su identidad.

Scotti, que incluso estaba habilitado para votar, fue arrestado en Recife (noreste), cuando llevaba a sus dos hijas de 13 y 15 años a la escuela. Al ser arrestado, dijo a la PF que su familia –está casado con una brasileña, madre de sus hijas– no sabía de su verdadera identidad y que huyó de Italia para no ser asesinado.

La PF indicó que el detenido cometió los delitos entre 1980 y 1983. La Justicia italiana lo señala como “líder de una mafia”.