Hoy por la tarde se conocerá el fallo en el juicio por el crimen de Angeles Rawson, la chica de 16 años cuyo cuerpo fue hallado en la Ceamse de José León Suárez, en junio de 2013. Los jueces del Tribunal Oral 9 de la Ciudad de Buenos Aires tendrán que decidir entre el pedido de prisión perpetua, reclamo coincidente de fiscalía y querella, y la absolución a la que aspira la defensa del único imputado, el portero Jorge Néstor Mangeri. Los fiscales Fernando Fiszer y Sandro Abraldes y el abogado querellante, Pablo Lanusse, discreparon en cuanto a la calificación del hecho, pero coincidieron en un punto, en que se trató de un “femicidio” por el trato degradante que sufrió la víctima, cuyo cadáver terminó siendo arrojado a la basura luego de sufrir lesiones en todo el cuerpo. La prueba clave contra el imputado es el cotejo de ADN que determinó que debajo de la uña del dedo índice de la mano derecha de Angeles se halló piel cuyo perfil genético coincide con el de Mangeri.

La audiencia, en el sexto piso del Palacio de Tribunales, en Talcahuano 550, comenzará a las 9.30 con una intervención del abogado defensor, Adrián Tenca, quien terminará de dar respuesta a algunas cuestiones planteadas la semana pasada por la fiscalía y el querellante. Luego, el portero Mangeri tendrá la posibilidad de pronunciar sus últimas palabras frente al tribunal, antes de que se conozca el fallo.

Los jueces Fernando Ramírez, Ana Dieta de Herrero, Jorge Gettas y Rafael Oliden –el cuarto magistrado fue designado como suplente y estuvo presente en las 22 audiencias que tuvo el juicio oral–, harán un cuarto intermedio y pasarán a deliberar. Se presume que el fallo se daría a conocer a las cinco de la tarde. Se adelantó que sólo se leerá hoy la parte resolutoria, ya que los fundamentos se conocerán recién después de la feria de invierno.

Desde la óptica de la fiscalía, el único acusado cometió un “abuso sexual seguido de muerte en concurso ideal con femicidio”, mientras que el abogado querellante consideró que debe ser condenado por “abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa y del que resultara un grave daño para la salud (de la víctima), en concurso real con homicidio agravado criminis causa para ocultar un delito precedente y para procurar su impunidad, todo en concurso ideal con femicidio”.

El juicio comenzó el 18 de febrero, se realizaron 22 audiencias y se presentaron 120 testigos. Los jueces realizaron dos inspecciones oculares, una en el edificio de Ravignani 2360 donde la víctima vivía con su familia y el portero en compañía de su esposa, y la segunda en la planta que la Ceamse tiene en la localidad bonaerense de José León Suárez.

El abogado defensor de Mangeri solicitó la absolución de su representado por entender que es “inocente” y que llegó al banquillo de los acusados porque en la etapa de instrucción de la causa “se direccionó la prueba” para hacer “un traje a la medida de Mangeri”. Adrián Tenca planteó tres nulidades: que quede sin efecto la revisión médica a la que el portero fue sometido en la fiscalía antes de quedar preso; que se invaliden todos los estudios de ADN por considerar que hubo contaminación, y que se declaren nulos los alegatos de la fiscalía y la querella por considerar que en las acusaciones no están detalladas las circunstancias de modo, tiempo y lugar en las que ocurrió el hecho.

En caso de que el Tribunal Oral 9 aplique la figura de “femicidio”, contemplada en el artículo 80 inciso 11 del Código Penal para los homicidios cometidos contra mujeres cuando mediare “violencia de género”, el de Angeles se convertiría en caso testigo porque no se tomaría en cuenta la inexistencia de una relación previa entre víctima y victimario. En la consideración de los jueces puede pesar el hecho de que varios testigos, tanto hombres como mujeres, dijeron tener conocimiento de que Mangeri había acosado en forma verbal y de hecho a varias jóvenes que vivían en el edificio de Ravignani o en los alrededores.

El querellante Lanusse y los fiscales consideraron que Mangeri “cosificó” a Angeles cuando inició su ataque sexual, la asesinó y la arrojó a la basura, lo que ratificaría que en todo su accionar hubo un claro designio de “violencia de género”. Mangeri declaró dos veces en el juicio. El 25 de febrero dijo que es “inocente” y que nunca sintió atracción sexual por ella. También aseguró que sufrió “tres aprietes” policiales para que se declarara culpable. El 15 de abril, cuando el subcomisario Martín De Cristóbal, de la División Homicidios de la Federal, concurrió a declarar, lo acusó de ser quien lo había “apretado”.