La mujer que baleó a su hijastro en la cabeza cuando estaba cautivo de delincuentes que pretendían ingresar a robar a su casa de Luján declaró que se trató de un “accidente” y que sólo quiso defenderlo de los ladrones. De acuerdo con fuentes judiciales, María de los Angeles Mariño, de 42 años, sostuvo que el tiro se le escapó “por impericia en el uso del arma” y que no fue su intención lastimar a nadie. Además, aclaró que inicialmente había dado otra versión de los hechos a la policía porque estaba “muy asustada” debido a la situación. Luego de la declaración, la fiscal Alejandra Rodríguez, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada de Luján, dispuso que la imputada continúe en libertad, aunque sigue acusada de “lesiones graves culposas”. Por su parte, Juan Carlos Moisés, de 60 años, padre del joven baleado, dijo que “ella disparó desde la ventana para asustar a los delincuentes, al piso, y se le escapó un segundo disparo que sale a media altura, traspasa el cartero (portero eléctrico y buzón) y le pega” en la cabeza. “Ella en ningún momento quiso tirarle a nadie, ni siquiera a los delincuentes”, agregó.