Un ciudadano colombiano que estaba prófugo luego de ser acusado junto con otras trece personas de traficar casi 40 kilos de cocaína ocultos en un cargamento de arroz perteneciente al programa Hambre Cero en Africa, de las Naciones Unidas, terminó detenido en su país por Interpol. El hombre había sido descubierto el mes pasado en Rosario, tras lo cual huyó y se perdió toda información sobre su paradero.

Se trata de John Jair Piedrahita Jaramillo, de 47 años, para quien el juez federal 12 porteño, Sergio Torres, había emitido una orden de captura internacional en la causa por la que la semana pasada dictó el procesamiento con prisión preventiva de trece acusados, siete de ellos colombianos, cuatro argentinos y dos ecuatorianos.

La detención se concretó el domingo cerca de la ciudad de Buga, en el Valle del Cauca, en el este de Colombia, por personal de Interpol local que seguía los pasos migratorios y los contactos sociales del imputado.

Para la Justicia argentina, Piedrahita Jaramillo integraría una banca narco junto a los hermanos Erman y Williams Triana Peña, Manuel Jesús Puches Frías, Carlos Miguel Potes Ramírez, Edilberto Vargas Fernández, Diana Cristina Suárez Heredia, Víctor Alfonso Camargo López, Henry Felipe Ibarra Ramírez, Fernando Manuel Martins Fructuoso, Alassana Djalo, Luis Adrián Azula, Natalia Obando López, Gustavo Lozzia y Yuriano Valencia Estrada, entre otros.

De acuerdo con los investigadores, esta organización se dedicaba primordialmente al tráfico transnacional de estupefacientes en diferentes etapas, para lo cual, contaba con una compleja estructura destinada al lavado de activos y el financiamiento de dichas operaciones.

Las fuentes señalaron que mediante el intercambio de información de las reparticiones de Interpol de Argentina y Colombia se determinó que Piedrahita Jaramillo había regresado a su país natal luego del desbaratamiento de la banda.

Ahora, el acusado quedó a disposición de la Fiscalía General de Estado de Bogotá donde comenzará el proceso de extradición a la Argentina lugar en el cual será juzgado.

La semana pasada, el juez Torres procesó a los otros trece acusados como coautores del delito de “tráfico ilícito de estupefacientes, agravado por la intervención de más de tres personas, en concurso real con el delito de contrabando de exportación en grado de tentativa agravado por tratarse de estupefacientes destinados a ser comercializados fuera del país”.

El magistrado también dispuso el embargo sobre los bienes de cada uno de ellos hasta cubrir la suma de tres millones de pesos. En su resolución de 260 páginas, el juez Torres consideró que esta banda tenía “vinculaciones con otras células criminales asentadas en otros estados (Bolivia, Paraguay, Uruguay, España, Portugal, Guinea Bissau, entre otros) con los mismos objetivos y respondiendo todos esos grupos a una sola organización central, de mayor envergadura, existente en la República de Colombia”.