A 11 años de la tragedia, familiares y sobrevivientes del incendio de Cromañón coincidieron en que “falta justicia” y advirtieron que, mientras eso ocurra, seguirán manteniendo viva la memoria de las 193 víctimas que murieron en el boliche de Once. A metros de ese lugar, los familiares volvieron a levantar un santuario, que es una réplica del que retiró el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires un año atrás. En tanto, la agrupación “Que no se repita” cuestionó que al cumplirse un nuevo aniversario de aquel episodio, sus responsables no estén presos por haber “contado con privilegios que ningún otro argentino tiene” y señalaron que las demoras judiciales “son también una forma de impunidad”.

Murales, fotos, zapatillas, frases y la lista de los nombres sobre otro sector del muro de la calle Bartolomé Mitre son hoy una réplica del santuario que hace un año retiró el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. “La réplica del santuario original es un espacio espontáneo, generado, creado y sostenido por familiares y sobrevivientes de Cromañón. Las fotos y los nombres de las víctimas que lo integran son el mejor ámbito para venir a pensar, reflexionar y reencontrarnos con el recuerdo de nuestros seres queridos”, sostuvo María Luján Rossi, de 31 años y sobreviviente de Cromañón. La joven explicó que “hacer una réplica del original fue una buena idea porque cuando el gobierno porteño lo desmanteló hace un año, con él se fueron muchos de los recuerdos e intenciones de los familiares y sobrevivientes”. “Como obra de arte contemporánea, la instalación permite la interacción con el público y acercar los recuerdos. Para muchos haber levantado el santuario fue un golpe muy duro porque era un lugar de reencuentro, de oración y reflexión más allá de las diferentes creencias”, sostuvo Rossi.

Fabiana Puebla, sobreviviente y pareja de José Cantale, fallecido en la tragedia, está dedicada a la misma tarea: reproducir el santuario original, ya que hacerlo es “ofrecer un lugar para que los familiares puedan dejar un cigarrillo, una carta, la tapa de un CD, un par de zapatillas. Es más humanitario”. Los nombres de las víctimas de Cromañón “estaban sobre una pared que se empezó a caer y por eso nosotros la restauramos y volvimos a escribirlos. Hoy la idea es terminar el listado de nombres, como un homenaje”, relató la joven.

El lugar donde se levanta el nuevo santuario está más cerca del lugar de la tragedia; tiene además de fotos, zapatillas y carteles con frases pensadas y escritas por familiares y sobrevivientes, murales y el monumento de dos manos que sostienen un manojo de llaves, “que abren la vida” en evocación a esas puertas cerradas con candados. Para Aída, la mamá del fallecido Abel González, haber terminado un mural para esta fecha fue muy importante. Tanto ella como las chicas que trabajan en la réplica del santuario coinciden en que hay una deuda pendiente por parte de la Justicia. “Falta justicia. Esperamos que las sentencias queden firmes y que salga la Ley de reparación para los sobrevivientes”, sostuvo Aída. “Increíblemente, pasamos otro aniversario sin los responsables presos. La lucha en el Poder Judicial nos metió en un laberinto delirante que 11 años después de los hechos impide tener a los condenados tras las rejas”, sostuvo: “Que no se repita”. Al cumplirse un nuevo aniversario de la tragedia, la agrupación denunció que “una serie de estratagemas jurídicas les han permitido a los condenados evadir las penas impuestas”.

“Los condenados por Cromañón han contado con privilegios que ningún otro argentino tiene, y mucho menos si el acusado es pobre y no tiene influencias políticas”, expresaron los familiares en el texto difundido ayer. Además, la agrupación adelantó que seguirán “denunciando la negligencia, la ineptitud y la corrupción de cada gobierno que mantenga los negociados con los empresarios amigos del poder dejando a la población en situación de peligro permanente”.

Los familiares señalaron que los acusados “a pesar de que ya estaban presos, en agosto de 2014 la Corte Suprema ordenó que se cumpla con el ‘doble conforme’ en las condenas” lo cual provocó “la liberación de los detenidos hasta tanto quede nuevamente firme la sentencia”. Además, recordaron que “muchas veces hemos planteado que las demoras judiciales son también una forma de impunidad, y en el caso Cromañón lo venimos padeciendo los familiares y sobrevivientes”.

Las últimas novedades en la causa se produjeron el 21 de septiembre pasado, cuando la Cámara Federal de Casación Penal confirmó las condenas a los músicos del grupo Callejeros y a ex funcionarios porteños, aunque los acusados siguen en libertad.