SOCIEDAD
La desnutrición en Tucumán, igual que durante lo peor de la crisis
Médicos del Hospital de Niños denunciaron que la desnutrición se mantiene pese a los planes puestos en marcha hace un año, cuando ocurrieron 21 muertes de chicos. Otra vez está internada la niña que en ese momento conmovió al país.
› Por Carlos Rodríguez
“La situación es la misma de entonces.” Sin anestesia, el jefe de la Sala Dos del Hospital de Niños de San Miguel de Tucumán, Angel González, dijo que la provincia no ha podido superar la crisis que entre fines de 2002 y comienzos de 2003 provocó 21 muertes por desnutrición. Bárbara Flores, una niña de 10 años que en esos días conmovió al país relatando cómo se desmayaba de hambre en la escuela, está otra vez internada y reflotó la vigencia del problema. El nuevo gobierno de Tucumán, que asumió hace poco más de un mes, reconoció implícitamente la gravedad de la situación, pero responsabilizó por lo ocurrido a la anterior administración. “El gobierno anterior distribuyó 44.000 módulos alimentarios en tres meses y nosotros repartimos 70.000 en 30 días”, aseguró la directora de Políticas Sociales, Beatriz Mirkin, en diálogo con Página/12. El ministro de Salud, Juan Manzur, dijo que se hizo un relevamiento “casa por casa” y que se asiste a “27.000 niños y mamás” que están en situación de riesgo.
El médico Angel González, desde el Hospital de Niños, cuestionó también el megaoperativo “Rescate”, lanzado por el ex presidente Eduardo Duhalde a través de la entonces primera dama Hilda “Chiche” Duhalde. Según la opinión de González, el plan sólo tuvo como finalidad “rescatar la imagen política de los Duhalde”, pero a un año de lo ocurrido “la situación es la misma que entonces”. Para el médico, la chiquita que tuvo que ser internada nuevamente en la sección de Pediatría del Hospital Avellaneda, es “una sobreviviente de la desnutrición” que tuvo que volver a ser internada porque dos semanas atrás pesaba 23,300 kilogramos, cuando el peso normal para su edad es de 31 o 32 kilos.
González informó que “la mayoría de los casos (de desnutrición) se registra en pequeños de hasta dos años”. Esto se comprobó durante la crisis del año pasado, ya que la mayoría de los fallecidos eran chicos que estaban dentro de esa franja de edad. González siguió criticando el operativo “Rescate” porque “no había razón de haber traído tamaña cantidad de gente” a la provincia. “No pusieron un metro de agua potable, no aumentaron la cantidad de cañerías, se crearon expectativas con los comedores escolares, y hoy no tienen para dar una comida diaria digna”.
El médico fustigó, sobre todo, al ex gobernador Julio Miranda, muy cuestionado en su momento por la dramática situación social, pero también avanzó contra el actual mandatario, José Alperovich, dando a entender que se trata de una continuidad en la línea política. “Miranda sigue siendo el líder del Partido Justicialista tucumano” y “uno de sus hijos dilectos, Alperovich, es quien gobierna ahora la provincia”. Las nuevas autoridades, sin embargo, trataron de separar las aguas.
El ministro de Salud, Juan Manzur, trató de quitarle dramatismo al caso de la pequeña Bárbara Flores. “Ella tiene siete hermanos que no tienen el mismo problema y no es cierto que su papá corra el riesgo de perder el trabajo que tiene en la Casa de Gobierno” provincial, dijo Manzur ante versiones que indicaban esa posibilidad. “A Bárbara la están asistiendo muy bien, ya está pesando 25,5 kilos y en pocos días se le podría dar el alta, pero como se trata de casos muy graves, la mejoría a veces no suele ser definitiva y por eso hay que hacer un seguimiento estricto”.
“El problema es muy complejo y muy profundo, y por eso después de un relevamiento casa por casa hemos decidido atender a unos 27.000 casos, entre niños y mamás que se encuentran bajo el mismo grado de pobreza”. Según datos del Sistema Provincial de Salud (Siprosa), unas 62.000 familias viven en Tucumán con un ingreso de apenas 170 pesos. “Se trata de una situación social y cultural que afecta no sólo a esta familia sino también a muchas otras”, insistió Manzur.
La niña de 10 años fue internada hace más de una semana en el Hospital Avellaneda con un peso de 23 kilogramos. Desde entonces le sirven cuatro comidas fortificadas y eso le permitió aumentar más de dos kilos. De todos modos, los médicos temen que la niña vuelva a tener problemas cuando regrese a la casa donde vive con sus padres y sus siete hermanos. La directora de Políticas Sociales, Beatriz Mirkin, dijo a este diario que “los 27.000 refuerzos alimentarios serán llevados este mes a unos 120.000 adicionales”. Para el año próximo está prevista una ayuda de 150 mil raciones mensuales, según dijo Mirkin. La funcionaria admitió que “la anterior administración hizo menos de lo prometido”. Ahora, “de 44.000 módulos alimentarios en tres meses pasamos a 70.000 en 30 días”. María Muhedano, jefa de Departamento del Hospital Avellaneda, coincidió con el médico Angel González en que la situación “no se ha modificado sustancialmente, salvo algunas acciones intersectoriales”. Opinó que lo que falta son “acciones coordinadas, planificadas y no simples actos de buena fe que no sirven para solucionar el problema”.