En una resolución judicial inédita en una causa por violencia de género, un juez de Familia platense autorizó la salida del país de una mujer migrante de nacionalidad brasileña, junto con su pequeña hija, nacida en la Argentina, sin contar con la autorización del padre golpeador. La resolución fue tomada por el juez José Luis Bombelli, quien tuvo en cuenta que a pesar de las denuncias formuladas por la mujer contra su ex pareja y de las medidas tomadas por otros juzgados para tratar de protegerla, ella seguía “siendo víctima de violencia de género” porque el victimario desoía las órdenes judiciales. Esto ponía tanto a la madre como a la niña “en un estado de desprotección y riesgo grave”, motivo por el cual el juez autorizó la salida del país de ambas, sin que mediara el aval del padre.

La demanda judicial que hizo posible la salida del país de la madre y su hija de 7 meses, fue impulsada por el Observatorio de Violencia de Género de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, cuya coordinadora es Laurana Malacalza. Al referirse a la resolución judicial, el Observatorio destacó que “avanza sobre el reconocimiento de las implicancias en la violencia en los hijos de las mujeres víctimas”, a la vez que “reconoce minuciosamente cómo opera” para agravar el problema “la condición de migrante en una mujer violentada”.

La mujer había denunciado en forma reiterada a su ex pareja, un hombre de nacionalidad argentina que es el padre de la niña. Aunque otros juzgados habían tomado nota de los hechos de violencia y se dispusieron medidas para tratar de evitarla no se había logrado hasta ahora “la venia judicial para suplir la autorización del padre” y permitir la salida del país, con su hija, de la mujer agredida.

Además del acompañamiento, el Observatorio “buscó visibilizar la situación de violencia y los antecedentes de las denuncias judiciales previas”. Luego de ponderar esos elementos y de escuchar “una extensa declaración de la víctima”, el juez Bombelli “entendió que el grave riesgo de vida” en el que se hallaba la pequeña y su madre sólo podía evitarse “autorizando el viaje a su país de origen donde vive su familia, que puedan brindar ayuda económica, emocional y protección”.

El Observatorio subrayó que en su resolución, el magistrado puso de relieve “el contexto de violencia física, económica, psicológica y sexual que venían padeciendo” tanto la madre como la hija. Bombelli tuvo en cuenta la intervención previa de un Juzgado especializado en género y del fuero penal, que dictaron distintas medidas de protección de las víctimas y que fueron incumplidas en reiteradas oportunidades por el agresor.

El fallo judicial dice textualmente que “pese a la actuación de los Juzgados intervinientes continúa siendo víctima de violencia de género, pues el Sr. M. desoye las órdenes judiciales, encontrándose la progenitora de la niña en desigualdad de condiciones, pues pudiendo defenderse del Sr. la ubican junto a su pequeña hija en un estado de desprotección y riesgo grave”. El juez subrayó que esa situación se debía a “su extranjería, su dificultad en el manejo del idioma, el nacimiento reciente de L.”, su hija y “el poco tiempo que ha estado en la República Argentina”.

La resolución judicial fue dictada el 30 de diciembre y madre e hija pudieron viajar a Brasil la semana pasada, coronando el intenso trabajo que tuvieron que realizar los equipos del Observatorio de Violencia de Género bonaerense. Para lograrlo, según dijeron, tuvieron que “sortear distintos obstáculos para la ejecución de la sentencia judicial”. El equipo se encargó de articular sus acciones con el Consulado de la República Federativa de Brasil en Buenos Aires, con la Dirección Nacional Migraciones y con el Registro Nacional de las Personas.

El Observatorio recalcó que “entre los obstáculos que encuentran las mujeres para una vida libre de violencia, se encuentra el manejo y control que realizan los agresores sobre sus hijos/as”. En ese marco, “la ausencia de una perspectiva de género en el desarrollo de los procesos de familia de mujeres víctimas de violencia” puede ser “un obstáculo para el acceso a derechos propios y de sus hijos/as”. La situación es “aún más grave en los casos de mujeres migrantes” porque “el desarraigo y la carencia de vínculos familiares en el lugar de residencia producen contextos de aislamiento e indefensión y operan como sustanciales desventajas ante las situaciones de violencia”.

Para modificar la situación de las mujeres migrantes que sufren violencia de género, el Observatorio “promueve que los/as operadores judiciales investiguen y visibilicen los contextos” en que se producen “para entender las modalidades de actuación de los agresores frente a sus hijo/as como un ámbito más de extensión de su poder, violencia y dominación sobre las mujeres”.

El organismo, a pesar de todo lo que falta por hacer, expresó su beneplácito por el fallo del juez Bombelli porque “esta resolución avanza sobre el reconocimiento de las implicancias en la violencia en los hijos de las mujeres víctimas, y además reconoce minuciosamente cómo opera la condición de migrante en una mujer violentada”.