Los dos detenidos por la muerte de la joven Maricela Pozzo –quien en medio de un brote psicótico fue atacada a golpes por vecinos en una calle de Laferrere, La Matanza– se negaron a declarar ante el fiscal de la causa que también pidió la captura de un tercer acusado que está prófugo.

Se trata del remisero apresado ayer por la tarde y de un mecánico que se entregó anoche, quienes fueron indagados en las últimas horas por el fiscal José Luis Maroto.

El fiscal solicitó al juez de Garantías Fernando Pinos Guevara que estos dos acusados sigan formalmente detenidos, y que disponga la captura del tercer sospechoso, un kiosquero de 52 años que quedó registrado en un video casero de la agresión.

Junto a este comerciante también quedó grabado Sergio, el mecánico de 29 años que anoche acordó presentarse ante la Policía en el cruce de avenida Marconi y ruta provincial 21, donde fue apresado y puesto a disposición del fiscal Maroto, quien durante la tarde había dispuesto allanar su domicilio y el del kiosquero, aunque ninguno de los dos pudo ser localizado.

Durante esos operativos fue apresado el remisero acusado de haber participado de la golpiza a Pozzo aunque éste no quedó registrado en el video casero que se difundió a través de los medios y que ya fue incorporado a la causa.

La investigación se inició la noche del jueves pasado luego de que Pozzo fuera encontrada por personal del Comando de Prevención Comunitaria (CPC) de La Matanza acostada en la vía pública, en el barrio Luján, con golpes y heridas cortantes en distintas partes del cuerpo. Ante esa situación, la mujer fue trasladada hasta el hospital de González Catán, donde permaneció internada en estado grave hasta el domingo, cuando finalmente murió.

De acuerdo con el relato de varios vecinos, Pozzo se encontraba “fuera de sí”, a los gritos y en un aparente estado de excitación por consumo de drogas, en el marco del cual comenzó a agredir a los transeúntes, entre ellos, una niña de 10 años. También se hizo cortes en sus brazos y piernas al intentar trepar la reja de una vivienda y al romper el vidrio de un kiosco, hasta que el dueño del comercio y el mecánico que vive enfrente la abordaron, la tiraron al piso y le pegaron hasta con un palo, según puede observarse en el video.