Un egipcio calificado de “psicológicamente inestable” secuestró con un falso cinturón de explosivos un avión de la compañía EgyptAir, y lo obligó a aterrizar en Chipre, antes de rendirse y de que fueran liberados sanos y salvos todos los pasajeros. Las autoridades chipriotas descartaron que el secuestro de este Airbus A-320 con 55 pasajeros a bordo tuviese vínculos terroristas. Tras ocho horas de tensión, el pirata del aire egipcio salió del avión, estacionado en el aeropuerto de Lárnaca, que había sido cerrado al tráfico. Con las manos en alto, Seif al bin Mohamed Mostafa, se rindió sin oponer resistencia.