El ginecólogo y obstetra Rodolfo Gómez Ponce de León, asesor de la OMS, advirtió que ya “no hay dudas” respecto de la vinculación entre la presencia del virus del zika en embarazadas y la malformación fetal. EL especialista afirmó que aunque la situación en Argentina es incipiente hay que trabajar en medidas de prevención porque el impacto es “más severo que la microcefalia, la cual es sólo la punta del iceberg”.

“Los trastornos neurológicos que se han dado en bebés son parte de lo que denominamos el Síndrome de Zika Congénito, que incluye a la microcefalia pero también tiene otras consecuencias tales como anormalidades y atrofias cerebrales hasta la muerte del feto”, explicó Gómez Ponce de León durante una jornada organizada por la asociación civil FUSA, con apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), y en la que participaron obstetras, ginecólogos y responsables de las áreas de salud sexual y reproductiva del Ministerio de Salud de la Nación.

El especialista recordó que por el “incremento brutal del número de niños nacidos con microcefalia a fines de 2015 en Brasil” la OMS declaró el alerta por el impacto del zika y señaló que los casos se expandieron desde el noroeste hacia el sur, por lo que advirtió: “Hay que estar en alerta para que esta situación no llegue al norte argentino”, ya que en el país todavía no se declaró la epidemia.

Gómez Ponce de León señaló que él y sus colegas notaron un incremento de la cantidad de niños que nacen con una atrofia cerebral profunda.

Las recomendaciones del organismo internacional de salud sobre lo que deben hacer las embarazadas que se encuentran en zonas de circulación del virus son varias, recordó: “Además de los repelentes recomendados, y de usar ropas largas, hay que proteger el alrededor de la casa para alejar el mosquito y no criarlo”.

“El mosquito se alimenta exclusivamente de nosotros, de nuestra sangre, y lo alimentamos en nuestros criaderos”, señaló. Para evitar su proliferación, señaló recursos prácticos tal como uno que dio “muy buenos resultados en Brasil”: recurrir a “cortinas embebidas con insecticidas”.

El especialista también indicó que el peligro de contagio no solo involucra a la gestante, sino también a los miembros de su familia, por lo que si alguno llegara a presentar síntomas como conjuntivitis o edemas de la piel debe “ser inmediatamente aislado”.

“Muchas embarazadas que presentan los síntomas no se lo avisan al médico porque no tienen fiebre. Y lo que complica el diagnóstico también es que a veces se presentan casos asintomáticos”, alertó Gómez Ponce de León.

Por eso, insistió a los médicos presentes sobre la necesidad de incorporar en las visitas de control prenatal la pregunta de rutina sobre los síntomas del zika.

“Todas las embarazadas en zonas de circulación del virus deben iniciar su control prenatal tempranamente”, advirtió y precisó que “el diagnóstico de microcefalia certificado es posnatal” mientras que todo lo que se estudia durante el embarazo es “presunción”.

El especialista también dijo que “se ha descubierto la transmisión sexual del virus a través del semen”, e indicó que “podrían identificarse partículas virales en el semen que tienen capacidad de infectar”.

“Se han analizado casos y actualmente hay 15 que se encuentran en estudio de hombres que han viajado a zonas donde el zika estaba presente, han vuelto a sus lugares de residencia sin circulación de virus y han contagiado a sus parejas”, afirmó, y destacó la importancia “de utilizar condones en las relaciones sexuales con embarazadas”.

“La situación en Argentina es muy incipiente, pero al ser una enfermedad que se transmite sexualmente, aunque el mosquito desaparezca o vuelva el frío, debemos reflexionar sobre las medidas de prevención para evitar una epidemia de zika en el país”, resumió Sandra Vázquez, ginecóloga y directora ejecutiva de FUSA.