Tras la denuncia de un docente de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), la Fiscalía Especializada en Ciber Delitos detectó que un estudiante había hackeado el sistema informático de la universidad desde donde modificó la base de datos de alumnos y cambió “varias veces” los registros de sus notas y de otros compañeros. Tras detectar las irregularidades, se montó un curioso operativo en Boedo, donde vive el alumno. Para evitar que borrara la información, se cortó el suministro de energía eléctrica de la manzana y hasta se usaron dos drones para controlar su posible fuga. El hacker de 21 años cursaba en la mencionada universidad, poseía “un alto nivel técnico” y ya está a disposición de la Justicia.

Todo comenzó cuando un profesor de la UADE notó con extrañeza que un alumno figuraba en sus planillas como “aprobado”, cuando en realidad había sido bochado. “Pensando que se había tratado de un error propio, lo corrigió en la base de datos. Pero al mes se dio cuenta de que nuevamente esa persona figuraba como ‘aprobado’. Fue entonces que denunció el caso a las autoridades”, dijeron fuentes de la investigación.

La Fiscalía Especializada en Ciber Delitos de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de Daniela Dupuy, fue alertada de que una persona había ingresado al campus virtual de la UADE para “modificar el registro de estudiantes y las notas que aparecían allí”. De inmediato se ordenó iniciar tareas de investigación en los servidores de esa universidad. Como resultado de ese análisis se constató que efectivamente el hacker había ingresado en los sistemas y a las bases de datos de los alumnos, profesores y usuarios administradores de la red y que varias veces había cambiado las notas de exámenes y trabajos, según señaló la policía.

Los expertos informáticos concluyeron que el hacker “contaba con un alto nivel técnico, por lo que implementaron nuevas técnicas de investigación y descubrieron que aquél había introducido un malware, también llamado código malicioso”, lo que “le dio acceso a la red y una vez allí dentro habilitó las tarjetas de acceso a los molinetes del edificio; con esas mismas tarjetas ingresaba a clases, en donde conectaba su notebook para completar la última parte del ataque”.

Fue así que el Area de Cibercrimen descubrió que el hacker, de 21 años, cursaba tercero de Ingeniería en Informática en la mismísima UADE. Tras revisar sus redes sociales, corroboraron que vivía sobre la avenida Juan de Garay al 3200, en el barrio porteño de Parque Patricios. El jueves pasado, en el operativo para dar con él, la policía debió cortar la luz en toda la manzana y hasta utilizaron dos drones para controlarlo ante la probabilidad de fuga. Al allanar la casa que comparte con sus padres se secuestraron varias notebooks, teléfonos celulares, discos, dispositivos de red, cámaras, micrófonos ocultos y nueve servidores. Finalmente la policía halló al hacker oculto en un cuarto cuando intentaba borrar información. El corte de luz no lo ayudó en su propósito.