Una pareja de mujeres marplatenses que tuvo un hijo por técnicas de reproducción humana asistida (TRHA) completó ayer la partida de nacimiento y el DNI del chico con los datos de ambas, en el Registro Civil de La Plata.

La disposición, firmada por la directora provincial del Registro de las Personas, Romina Rodríguez, permitió reglamentar y garantizar la aplicación de la Cláusula Transitoria Tercera (Artículo 9, Ley 26.994), que reconoce la filiación por “voluntad procreacional” en favor de quienes hayan tenido hijos e hijas por TRHA antes de la reforma del Código Civil y Comercial.

Rodríguez expresó que “tenía la obligación y no sólo la competencia de resolverlo” y agregó: “cuando me contaron lo que pasaron Mariana y María Laura les quería pedir disculpas por el desgaste y el sufrimiento. La familia es un núcleo de amor, no hay otra definición”.

Hasta ese momento, los documentos del niño sólo reconocían a una de sus madres, la que había gestado el embarazo, y ningún derecho de protección para con su otra mamá. Por esta situación, atravesaron diariamente dificultades en la crianza: su mamá no gestante, por ejemplo, no podía tomar decisiones médicas o retirarlo del jardín sin autorización de la otra mamá; no podía darle su obra social, ni tomarse días de licencia por enfermedad del niño y tampoco viajar al exterior sin autorización de la única madre reconocida legalmente.

María Laura Cardozo y Mariana Lucero contrajeron matrimonio civil en 2014, unos años después del nacimiento de Julián. María Laura resaltó que “la importancia de esto (el reconocimiento de ambas madres) se encuentra en la vida cotidiana, para ir al médico o la escuela. La que no figura como mamá no es nadie”. “Me pasé toda la semana llorando. Estamos muy felices. Hubo mucho desgaste. Hay mucho desconocimiento, en Mar del Plata nadie sabe nada, nadie nos dio respuestas”, afirmó.

Martín Canevaro, secretario de 100% Diversidad y Derechos (organización que redactó y propuso la inclusión en el nuevo Código de la Cláusula Transitoria Tercera), expresó que “con esta disposición, la Provincia de Buenos Aires se convierte en la primera jurisdicción del país en establecer un procedimiento para aplicar la Cláusula Transitoria Tercera (CTT) de manera sencilla y eficaz, permitiendo que decenas de niños y niñas accedan a una correcta inscripción, resguardando su derecho a la identidad y sus relaciones familiares”.

Desde el reconocimiento del matrimonio igualitario y la difusión de las TRHA, se reconocen tres formas de filiación: la natural, la filiación por adopción y la filiación por la voluntad procreacional. Esta última modalidad establece que los progenitores de una persona nacida por TRHA son quien parió y el hombre o la mujer que también dio su consentimiento previo, informado y libre al procedimiento que dio origen al nacido, sin importar quién donó el material genético.

Sin embargo, los chicos nacidos por TRHA antes de la vigencia del nuevo Código sólo podían ser inscriptos como hijos de quien había cursado el embarazo. La CTT llenó ese vacío legal, al igualar los derechos de los niños que hayan nacido antes o después de la promulgación del nuevo Código Civil. Además, estableció que se debe “completar el acta de nacimiento por ante el Registro Civil y de Capacidad de las Personas cuando sólo constara vínculo filial con quien dio a luz y siempre con el consentimiento de la otra madre o del padre que no figura en dicha acta”. En este punto se basó la disposición firmada por Romina Rodríguez.

“Estrenamos esta disposición con la entrega de una nueva partida de nacimiento y DNI a Julián y sus mamás María Laura y Mariana, dando cuenta de su identidad familiar y de la relación que los une hace ya cinco años, aunque recién ahora sea reconocida por el Estado. Tenemos una alegría que nos desborda, fue muy larga la espera, la incertidumbre, los miedos, que ahora quedan atrás, gracias a las leyes que nos incluyen, reconocen que existimos antes de su sanción y a funcionarios a los que les importa que los derechos lleguen a quienes los necesitamos”, festejó Canevaro. “Lo principal es que así se garantizan los derechos de todos los chicos, sin que importen las condiciones de su nacimiento”, finalizó.