En una trágica jornada ferroviaria, dos menores y un joven murieron al ser sorprendidos por distintos trenes cuando caminaban sobre las vías, mientras que en un tercer caso un hombre falleció al quedar atrapado entre el andén y un vagón. Los accidentes, que ponen en el tapete el tema de la seguridad vial, se produjeron entre las 11.20 y las 14.40 de ayer en Merlo, Barracas y Avellaneda, y en cada caso el servicio brindado por las empresas TBA y Metropolitano debió ser interrumpido momentáneamente. “Fue un caso de mera imprudencia de los chicos y la empresa nada podía hacer al respecto”, sostuvieron voceros de Metropolitano sobre el accidente ocurrido entre las estaciones de Avellaneda y Sarandí, donde fallecieron dos chicos de 13 años. Lo cierto es que los estudiantes habían accedido a un puente ferroviario sin ningún impedimento a través de un terraplén.
A las 14.30 –momento del accidente– Johnatan y Cristian debían estar estudiando en la EGB Nº 1 de Avellaneda. Sin embargo, habían abandonado el establecimiento a las 13.30 –apenas media hora después de comenzado el turno tarde– debido a que un profesor se ausentó. Con el permiso de la dirección, los chicos se retiraron y se dirigieron hacia el puente Vélez Sarsfield, al que treparon junto con otros dos compañeros de escuela. “Se trata de un puente ferroviario de entre 3 y 6 metros de altura debajo del cual pasa una calle”, explicó a Página/12 Fernando Jantus, gerente de Relaciones Públicas de Metropolitano.
Al ser consultados por este diario acerca de la ausencia de alambrados en las inmediaciones del puente, los voceros de la empresa ferroviaria respondieron que “al existir un paso natural por debajo de la estructura, la empresa nada puede hacer en términos de prevención” y que “no se entiende por qué los chicos subieron” ni “con qué intenciones”. Según indicaron las fuentes policiales, los chicos murieron en el acto al ser arrollados por un tren diésel, cuyo recorrido une Constitución con La Plata, mientras que sus compañeros lograron esquivar la formación y resultaron ilesos. En el lugar quedaron algunas carpetas y materiales escolares de las víctimas. Interviene en el caso el juez de Menores de Lomas de Zamora, Raúl Donadío.
Los otros dos hechos ocurrieron a las 11.20 y a las 14.40. El primero tuvo lugar en la estación de Merlo, en el oeste del Gran Buenos Aires, cuando un hombre intentó subir a una formación proveniente de Plaza Once que se dirigía a Moreno. Al cerrarse las puertas del tren, el pasajero quedó atrapado y fue arrastrado hasta el final del andén, donde golpeó contra una verja y cayó a las vías. El cuerpo de la víctima fue rescatado por los bomberos voluntarios de Merlo, quienes determinaron que se trataba de una persona mayor de edad, aunque no pudo ser identificado.
La otra tragedia sucedió en Barracas, a tan sólo un kilómetro de Constitución, donde un tren eléctrico con destino a Glew atropelló a un joven de alrededor de 25 años que caminaba por las vías en la zona de Playa Solá, un lugar de carga de materiales ubicado entre la terminal y la estación Hipólito Yrigoyen. La jornada incluyó además el intento de suicidio de una mujer de entre 25 y 30 años, quien resultó herida de gravedad en la localidad de Monte Grande.