La Cámara Federal de Rosario ordenó que la muerte de Gerardo “Pichón” Escobar, quien en agosto de 2015 fue hallado en el río Paraná, sea investigada como “desaparición forzada de persona” y continúe en el ámbito de la justicia federal. De ese modo, los jueces de la Sala B revocaron el fallo del 8 de abril, en el que el juez federal 4 de Rosario, Marcelo Bailaque, se había declarado incompetente para investigar el caso, pero que ahora deberá seguir adelante con la causa.

Escobar era un empleado municipal de 23 años. Fue visto con vida por última vez el 14 de agosto de 2015, a la madrugada, cuando salía del boliche “La Tienda”, en el centro de Rosario. La investigación estableció que habría discutido con el personal de seguridad del boliche, entre el cual revistaban también policías que se encontraban realizando horas extras.

El cuerpo de Escobar apareció flotando en el río Paraná una semana después. De acuerdo con la autopsia, no tenía agua en los pulmones, por lo que no habría muerto ahogado. Los peritajes indicaron que podría haber fallecido asfixiado, y que la muerte aconteció entre 4 y 6 horas después del momento en que salió de “La Tienda”.

La Justicia ordinaria de Rosario había dictado prisión preventiva al patovica Cristian Viva, acusado de haber matado al joven “con golpes de puño y de la rodilla en distintas partes del cuerpo”.