El robot Spirit ya comenzó a caminar hacia el objetivo principal de su misión en Marte: buscar eventuales rastros de agua. Para eso, sus ruedas empezaron a rodar, dejando huellas sobre el polvo del planeta rojo, tal como grafica la foto que el mismo robot sacó. Una vez que descendió en Marte, el robot hizo una pausa de 12 días para regular sus cámaras y antenas de transmisión. Ayer avanzó “tres metros en 78 segundos”, explicó la NASA. El Spirit aterrizó en el cráter de Gusev, cerca del ecuador de Marte, después de un viaje de siete meses. El robot funcionará durante unos 90 días y su primer destino es un cráter situado a 250 metros de distancia, que “brindará una ventana al subsuelo de Marte”.