Vie 16.01.2004

SOCIEDAD

Las pericias psicológicas, claves para resolver el triple crimen

El defensor del chico preso por la masacre de San Vicente pidió a la Justicia que se le practicaran esos estudios, aunque negó que busque declararlo inimputable. El amigo del muchacho también se negó a declarar.

› Por Horacio Cecchi

Mientras el caso de San Vicente sigue debatiéndose entre pruebas fácticas, tesoros de leyenda y mitos de umbandismo, las perspectivas reales parecen concentrarse en los resultados de las pericias psicológicas que se realizarán a Alex Cantero y Tito Muñoz. Buena parte de las respuestas a las dudas del caso están concentradas en lo más íntimo de la personalidad de ambos, en especial de Alex, en el tipo de relaciones familiares y en su historia personal. Del resultado de esas pericias surgirá, además, si Alex es o no inimputable. Ayer, Tito siguió el camino de su amigo y se negó a declarar. Quien declaraba a última hora de anoche era Darío López, quien con su novia había proporcionado alguna coartada inicial a los dos detenidos. Según versiones, en su casa ocultaba vainas del arma y un guante ensangrentado. Familiares de Giselle Minod, una de las tres víctimas, testimoniaron ante el fiscal Marcelo Martini. Sus declaraciones confirman que de los diez millones de dólares sólo queda una utopía: antes de cada fin de mes, Giselle les pedía plata prestada porque no le alcanzaba ni para comer.
Ayer, un grupo de investigadores de la DDI platense repasaba la escena del triple crimen. “No buscamos ningún tesoro –aseguró el segundo de la DDI, Néstor Faidutti, a Página/12–. En la casa hay tanto desorden, no por el crimen sino desorden habitual, que pueden aparecer nuevas pruebas, así como ayer (por el miércoles) encontramos un casquillo en el cajón de la mesa de luz del pibe Cantero, y algunas gotas de sangre.”
Tito Muñoz, todavía internado en el hospital subzonal de San Vicente, se negó a declarar por recomendación del defensor oficial José Villada, quien también asiste al chico Cantero. “Ni Cantero ni Muñoz estaban en condiciones de declarar”, confió Villada a este diario. El abogado sostuvo que había solicitado la pericia psicológica de ambos defendidos.
–¿Intenta demostrar la inimputabilidad?
–Nada de eso –respondió Villada–. La pericia es obligatoria en todos los casos y el defensor oficial está obligado a cumplir todas las garantías que asisten a sus defendidos. La pedí como medida urgente porque el resultado es tanto más valedero cuanto más próximo al hecho se realice, porque el estado mental puede variar con el tiempo.
Pese a la negativa, algunos datos permiten inferir posibles estrategias: la urgencia del pedido y que haya sido realizado por el defensor y no por la acusación puede señalar a la inimputabilidad como parte de una estrategia. Lo sea o no, tanto Villada como Martini obtendrán de esas pericias respuestas a muchas de las dudas del caso, especialmente sobre las motivaciones ocultas que empujaron a Alex a desmantelar media familia persiguiendo un tesoro mítico, haya sido o no el responsable directo.
Con tanta fábula y leyenda mezclada e incidiendo directamente sobre la realidad, armar el rompecabezas del caso es una menuda tarea. ¿Cuáles son las pruebas concretas con que cuentan los investigadores hasta el momento?
- Los boletos. Como denunciante, Alex había dicho que viajó a Temperley con una parejita y su amigo Gustavo a jugar al pool y aportó los boletos del viaje. No cierra esa preocupación a minutos de descubrir a su padre y abuela asesinados.
- Las ropas. Alex dijo que apenas vio todo salió corriendo hacia la casa de Gustavo para pedir ayuda. El día anterior había llovido mucho. No se explica cómo no había rastros de barro en sus ropas.
- Anabella, la chica de la parejita, dijo en su segundo testimonio que les habían dado 25 pesos para conseguir los boletos como coartada.
- La pistola 7.65, con la que se supone que se cometieron los asesinatos, estaba guardada en un cajón y sólo Alex sabía que estaba allá.
- Cuando todavía había sólo sospechas, pasaron a buscar a Gustavo para ampliar su testimonio. Gustavo se encerró en el baño e intentó suicidarse.
- La Beretta 7.65 faltante fue hallada en su cuarto, dentro de una bolsa de jabón en polvo. El fiscal Martini dispone de 15 días corridos para definir la situación de los dos detenidos. Ayer, Darío, el novio de Anabella, pidió ampliar su testimonio y fue llevado ante el fiscal. Por el momento, los dos siguen como testigos.
Según la leyenda construida alrededor de San Vicente, el caso encierra la muerte de un padre de la mano de otro (misterioso y umbandista). El dato sólo revela alguna paradoja de interés psicoanalítico, pero ningún detalle que sirva a la resolución del caso. El tal pai umbanda existe, lo llaman Richard, y pese a que el mito le adjudica investirse en el otro sexo, el hombre tiene pareja femenina, lo que tampoco quiere decir nada. Los investigadores no niegan esa información, sólo que en la causa, de Richard, su pareja, y sus inclinaciones sexobandistas, no existe ni una línea. Toda esa información es recogida por algunos medios ansiosos por obtener datos y provista por los vecinos, ansiosos por aparecer en los medios.

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