Por Jeremy Laurance *

Un polémico parche sexual para ser utilizado por mujeres que padecen de “disfunción sexual femenina” está siendo desarrollado en Estados Unidos y podría ser lanzado este año con una campaña de mercado de 100 millones de dólares. Procter & Gamble, los fabricantes de productos del hogar, incluyendo los pañales Pampers, anunció que su parche sexual Intrinsa está entrando en las pruebas finales de drogas en Estados Unidos, que podría ser aprobado por la Food and Drug Administration (FDA) en unos meses y a continuación se espera un lanzamiento probable en Gran Bretaña. La filial de drogas de la empresa describió el parche como una “potencial bomba devastadora”.
Las empresas farmacéuticas se están preparando para explotar un mercado lucrativo para la creación de píldoras, cremas y parches destinados a hacer por la mujer lo que el Viagra ha hecho por el hombre. Pero están siendo acusadas de beneficiarse a través de la creación de una nueva condición, la “disfunción sexual femenina” que juega con las preocupaciones de millones de mujeres sexualmente insatisfechas. Los críticos declaran que las empresas farmacéuticas están exagerando el alcance de los problemas sexuales femeninos para crear nuevos mercados. Shere Hite, la autora feminista e investigadora sexual, dijo que “no son píldoras estimulantes las que necesitamos sino toda una serie de nuevos tipos de relaciones físicas. La industria farmacéutica es culpable no sólo de una exageración cínica por hacerse de dinero, sino que malinterpretó los presupuestos básicos de la sexualidad femenina”.
Las empresas están corriendo una carrera para ser las primeras en tener un producto aprobado para su uso por la FDA de Estados Unidos para la disfunción sexual femenina. Actualmente ninguna droga tiene licencia para esta condición. Intrinsa, que completó exitosamente las pruebas demostrando seguridad y eficacia, es un parche de testosterona utilizado sobre la piel, que ha demostrado provocar el deseo sexual en mujeres posmenopáusicas. Aunque la testosterona es una hormona masculina, las mujeres también la producen en niveles más bajos y juega un rol crucial en el deseo sexual. Como con la hormona femenina estrógeno, los niveles de testosterona merman después de la menopausia.
El parche ha sido probado en cientos de mujeres en centros de todo el mundo y los resultados indican una marcada mejoría en su libido. Pero un artículo en el British Medical Journal provocó furor a comienzos de este año al acusar a la industria farmacéutica de inventar disfunciones sexuales femeninas al patrocinar reuniones e investigación. Esto aseguraría, sostenía, un mayor mercado potencial cuando las mismas empresas obtuvieran la aprobación de la FDA para lanzar sus drogas. Esto fue rechazado por David Purdie, presidente de la Sociedad de Menopausia Británica y ex consejero gubernamental, que llevó a cabo las pruebas del parche de testosterona en Gran Bretaña.
Purdie dijo que “la principal queja de las mujeres durante la menopausia es la pérdida de la libido. Mis pacientes se quejan amargamente de la pérdida del impulso sexual y de la satisfacción y de la dificultad en lograr el orgasmo. Las empresas farmacéuticas no lo han inventado. Necesitamos un tratamiento que sea seguro, confiable y barato”. Purdie dijo que la libido femenina es mucho más compleja que la masculina pero respondía a “una suave estimulación hormonal”. Añadió que aunque la testosterona puede causar acné y crecimiento de vello facial, la dosis provista a través del parche era tan baja que evitaba estos daños colaterales.

* De The Independent, de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.