El verano brasileño tiene sus riesgos para los argentinos: según la Policía de ese país, desde el 1º de diciembre de 2003 hasta el lunes último, 99 turistas argentinos fueron asaltados en las playas del sur, a razón de dos robos por día. El dato fue difundido después del ataque a dos hombres en medio de un robo en Florianópolis. Ayer se conocieron otros dos casos ocurridos en la misma ciudad: a tres jóvenes los durmieron con cloroformo y les saquearon el departamento, y a una familia que estaba en la playa le desvalijaron la casa que habían alquilado. De todos modos, el cónsul argentino, Valdo Palmai, salió a bajarle el tono a la alarma: “Esta temporada se registró la misma cantidad de asaltos que todos los otros años”, aclaró a Página/12.
En lo que va de la temporada, según un relevamiento de la Delegación General de Policía de Santa Catarina, fueron asaltados 99 turistas argentinos, 12 uruguayos y 5 paraguayos. La mayoría de los casos, 81, ocurrieron en la localidad de Canasvieiras. Además, en la Delegación de Protección al Turista se recibieron otras quince denuncias.
En la madrugada del último domingo, un grupo de jóvenes argentinos fueron dormidos y asaltados en un complejo ubicado en la localidad de Cachoeira, en el norte de Florianópolis, donde se alojaban diez jóvenes argentinos. Tres de ellos se encontraban en el condominio que alquilaban, mientras que el resto se había ido a bailar, cuando varios hombres ingresaron y los durmieron con cloroformo. Los delincuentes les robaron 2000 dólares en efectivo y objetos personales, aunque les dejaron los pasajes. Debido al asalto, el grupo de amigos regresó a Buenos Aires el lunes último.
En otro episodio, una familia argentina que se encuentra de vacaciones en Garopaba, una ciudad ubicada 60 kilómetros al sur de Florianópolis, denunció que le desvalijaron la casa que alquilaba cuando fueron a la playa. “El lugar sólo tenía vigilancia por la noche. Ellos fueron a la playa durante todo el día y cuando volvieron encontraron todo dado vuelta, les llevaron el dinero, los documentos y las valijas con la ropa”, contó Palmai y afirmó que “la cantidad de robos parece más porque hay más argentinos que otros años, pero es el mismo porcentaje de todas las temporadas”. En el mismo sentido, el responsable del informe policial, Joao Henrique Blasi, destacó al Diario Catarinense que “las denuncias realizadas por los turistas están dentro de parámetros normales”.
El diplomático explicó que en la región veranean 600 mil turistas, de los cuales el 25 por ciento proviene de Argentina, un pequeños porcentaje de Uruguay y el resto de otros estados de Brasil. “El turista brasileño se maneja con cheque y tarjeta de crédito. En cambio el argentino tiene efectivo, casi siempre dólares, y eso los hace víctimas preferidas de los ladrones. Además, son fácilmente reconocibles por el idioma, la patente del auto y hasta por la forma de vestir”, explicó Palmai.
El cónsul recomendó a los argentinos que no se manejen con efectivo, que “tengan cuidado donde alquilan”, que no viajen de noche y que no vayan a determinadas playas del sur de Florianópolis. “Al momento de alquilar una hostería, los turistas deben asegurarse de que el lugar esté vigilado las 24 horas, que no quede en un paraje aislado y que sea, preferentemente, en los condominios cerrados que existen en todas las ciudades”, recomendó.
En cuanto a las playas, desde el consulado argentino subrayaron que, en Santa Catarina, es preferible el centro o el norte y advirtieron que en las playas al sur de Florianópolis “hay muchos robos”, sobre todo en Garopaba, Playa do Rosa y Playa Ferrugem, todos sitios preferidos por los jóvenes argentinos.
Entre los hechos más conocidos también está el de Carlos Pugliese y Sergio Pérez, que fueron asaltados el miércoles a la noche cuando estaban en una posada del sur de la isla de Santa Catarina. Pugliese, que aún está internado, recibió un disparo por la espalda y fue operado de urgencia. En tanto, Pérez fue atacado con un cuchillo en la cabeza, donde recibió 20 puntos de sutura. “Carlos ya está mucho mejor y está fuera de peligro. Un familiar ya está con él y se lo notó muy bien de ánimo. Creemos que en una semana o diez días ya estará en condiciones de subirse a un avión sanitario y volver a Buenos Aires”, señaló Palmai.