Más de cien presos asistieron ayer al recital que ofreció el folklorista Peteco Carabajal en el patio del penal porteño de Villa Devoto, en el marco del programa Cultura para la Paz, que incluye la realización de talleres musicales en cárceles. Los reclusos escucharon durante más de dos horas las canciones del artista y de varios grupos musicales integrados por presos.
Con un gesto que oscilaba entre la emoción y la diversión, el ministro de Justicia, Gustavo Beliz, presenció en primera fila el acto junto al secretario de Justicia y Asuntos Penitenciarios, Pablo Lanusse. El titular de la cartera destacó que el programa implementado en las cárceles intenta “reducir la violencia”. Peteco Carabajal, por su parte, les manifestó a los internos ser consciente de que no estaba “en un lugar de diversión”, aunque “espero que algo mío y de mis canciones quede en cada uno”, les expresó.