SOCIEDAD
› CONTROVERSIAS EN EL GOBIERNO POR EL 2 DE ABRIL
Más que feriado, disputado
Sorpresivamente, Interior anunció que el feriado del 2 no se pasaba. Tras las quejas de los operadores turísticos, Scioli anunció lo contrario. Capitanich tuvo que aclarar: es el 1º.
› Por Horacio Cecchi
Una diferencia entre el Ministerio de Interior y la Secretaría de Turismo puso en duda ayer cuán largo será el fin de semana largo de Semana Santa, y puso en rojo los teléfonos de los operadores turísticos. Durante la mañana, el Ministerio de Interior aseguró que, a pedido de los Veteranos de Guerra, el feriado conmemorativo de Malvinas era inamovible, por lo que caería el martes 2 de abril. Enterado, el secretario de Turismo, Daniel Scioli, desde Berlín salió a desmentir y sostuvo que el feriado debía ser corrido al lunes 1º. La disonancia calendaria entre dos oficinas públicas y de(l mismo) Gobierno provocó el recalentamiento de las líneas telefónicas: infinidad de llamados de turistas a agencias, aerolíneas y hoteles, preguntando por sus reservas; infinidad de agencias, aerolíneas, hoteles y directores de turismo quejándose a la Secretaría de Turismo, y Scioli reclamando al ministro de Interior, Rodolfo Gabrielli. Alrededor del mediodía, las dos oficinas seguían defendiendo su propia lectura ferial. El caos festivo se redujo cuando pareció que tallaba fuerte la postura de Scioli. Pero recién a las dos de la tarde, el jefe de Gabinete Nacional, Jorge Capitanich, convocó a una conferencia de prensa para desmentir rumores y confirmar, y esto ya es palabra oficial, que el feriado del 2 de abril se festeja el 2 pero es feriado el 1º.
En síntesis, y para que resulte más comprensible, la de ayer fue la historia de un feriado que en seis horas cambió de fecha tres veces, después de haber cambiado de fecha otras tres veces en 19 años (antes era feriado el 10 de junio, la dictadura lo fijó el 2 de abril, Alfonsín volvió al 10 de junio y De la Rúa al 2 de abril). Página/12 pudo acceder a la compleja trama que derivó en un sinfín de contradicciones gubernamentales y una lluvia de pedidos de anulación de reservas turísticas, que luego pasaron a ser reconfirmadas. Todo, en apenas seis horas.
Entre el lunes y martes pasado, un pedido de los Veteranos de Guerra conmovió a un asesor del Ministerio de Interior. “Para nosotros no es una fecha cualquiera”, explicó el veterano. Se refería al 2 de abril próximo, cuando se cumplirán 20 años del inicio de la Guerra en Malvinas, y que según el criterio consolidado en ley el año pasado por la muñeca de Ricardo López Murphy, ex ministro de Defensa, terminó convirtiéndose casi en una reivindicación de la gesta de Galtieri y compañía. “Dalo por hecho”, respondió el asesor, y comenzó a redactar un proyecto de decreto que modificaría, “por única vez”, la movilidad del 2 de abril al lunes inmediato anterior o posterior. El decreto no había salido del borrador cuando una voz se adelantó a los hechos y filtró la información. Ayer, algunos matutinos aseguraron que el “martes será feriado, no el lunes”.
A las 8 de la mañana de ayer, en las oficinas de Scioli, se desayunaban con la noticia. No fueron los únicos. Miles de agencias turísticas comenzaron a recibir un vendaval de llamados de dudas de clientes. Hoteles, centros turísticos, aerolíneas, compañías de transporte comenzaron a bombardear a la Secretaría. “Sí..., ya sabemos..., estamos chequeando”, atinaban a responder en Turismo. A todo esto, Scioli asistía a la Feria Internacional de Turismo, en Berlín. Era el mediodía berlinés, las 9 locales, cuando se enteró de la complejidad ferial.
“¿Cómo que lo pasan al martes? –preguntó indignado–. Desmientan, y comuníquenme con Gabrielli.” Mientras en Buenos Aires iniciaban la búsqueda del ministro, las radios, bombardeadas por llamados de oyentes, consultaban a voceros de Interior, quienes confirmaban que “el feriado será el 2 de abril”. A todo esto, los voceros de Scioli ya habían iniciado la desmentida, con lo que hubo dos o tres horas, entre las 10 de la mañana y las dos de la tarde de ayer, en que, oficialmente, el feriado era tanto el lunes, como el martes, como los dos días, como ninguno.
Entretanto, las cámaras empresarias chequeaban por su propia cuenta, en un clímax de ansiedad comprensible: si el decreto ya había sido firmado, el viaje de Eduardo Duhalde a Monterrey hacía que no hubiera marcha atrás. La Asociación de Agencias de Viaje llegó hasta la propia Secretaría Legal y Técnica, de Presidencia, por donde pasa todo decreto antes de la firma presidencial. “Acá no tenemos nada”, respondieron desde Legal y Técnica, abriendo un respiro a los empresarios. “El feriado es el martes pero es el lunes”, remendaron voceros de Interior, pasado el mediodía, dando a entender que la posición de Scioli comenzaba tomar fuerza. Pero hizo falta que el propio jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, convocara a las dos de la tarde a una conferencia de prensa, para confirmar la versión oficial del lunes feriado y desmentir la versión oficial del martes feriado.
Obviamente, no más que terminara la conferencia y se propalara la noticia, para que los teléfonos de Interior se pusieran al rojo vivo, con quejas y denuestos del lado de los veteranos, que acusaron a Scioli de ceder a “la influencia de los lobbies turísticos” y llamaron a los argentinos a “no ser frívolos” y “a respetar las fechas patrias cuando corresponde”. O sea, el 2 de abril, que antes era el 10 de junio. ¿Está claro?
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