Habitantes de las Villas 31 y 31 bis denunciaron que la Policía Metropolitana, luego de clausurar corralones ubicados en esos barrios, buscó incautar materiales de construcción que estaban allí desde antes del martes, cuando entró en vigencia el mecanismo dispuesto por la Secretaría de Inclusión Social y Urbana (Secisyu), del Gobierno porteño, para controlar su ingreso. El operativo de la policía fue resistido por los vecinos, uno de los cuales terminó detenido en la Comisaría 46. “Hubo alguna resistencia de los vecinos, pero después de que los policías empezaran a agredir y a pegar. A uno casi le parten la pierna y no fueron capaces de llamar al SAME. Los vecinos lo tuvieron que llevar hasta la salita del CIC (Centro Integrador Comunitario) para que lo atendieran”, detalló a Página/12 el delegado barrial Walter Giracoy.

Los operativos de la policía se enmarcaron en la decisión de la Secisyu, que desde el martes indicó que sólo se podrán ingresar materiales de construcción a las villas luego de un trámite que incluye informar fechas de inicio y final de las obras, tareas a realizar. La indicación hace referencia a la resolución de 2008 con la que la jueza federal Cecilia Gilardi de Negre ordenó, entre otras cosas, que el Poder Ejecutivo nacional arbitrara “los medios necesarios para impedir la persecución de nuevas construcciones en el predio de la villa 31 y 31 bis que no cumplan la normativa vigente relacionada con la urbanización, edificación y habilitación de las mismas”.

Por la mañana, los policías de la Metropolitana llegaron al barrio para incautar ladrillos, bolsas de arena y cemento que estuvieran a la vista. El martes, en otros operativos, habían clausurado nueve corralones. Ayer, contó Daniel, uno de los referentes del barrio, “llegaron de manera prepotente y empezaron a levantar todo lo que veían. Ladrillos que un vecino tenía en la puerta de su casa o las bolsas de arena que otro juntaba afuera de su casa”. Ninguno de esos materiales estaba guardado bajo techo, explicó, porque “el problema es que la gente no tiene dónde acopiar material. Por eso muchos los tienen afuera, en la calle”.

Algunos vecinos intentaron frenar el avance de los policías, que persistían en su intento de buscar materiales que llevarse. Fue entonces que, según contó el delegado Giracoy, derivó en que a uno de los vecinos, que resultó herido en una pierna, tuvo que ser llevado a la salita para que lo atendieran, porque los policías “no fueron capaces de llamar al SAME”. Giracoy detalló, además, que “los materiales que la gente junta para hacer las refacciones en las casas, son materiales comprados”.

Por la tarde, 30 delegados barriales fueron a la Legislatura porteña para entrevistarse con representantes de los distintos bloques. En diálogo con Página/12, el diputado Javier Andrade (FpV) detalló que los vecinos narraron lo sucedido por la mañana y señalaron, también, su preocupación porque mañana el cuerpo legislativo tratará el proyecto sobre la modificación de la traza de la AU3. Los delegados, explicó Andrade, se oponen a que el oficialismo otorgue prioridad a ese proyecto, cuando aún no comenzó las tareas de urbanización de la villa.

El proyecto de urbanización de las Villas 31 y 31 bis fue sancionado por la Legislatura en 2011, y luego de la aprobación derivó en 14 meses de trabajo conjunto en la Mesa de Urbanización. “Pero no estamos elaborando la integraicón urbana, sino que quieren poner dinero, endeudarse con el Banco Mundial, para modificar la traza”, dijo Andrade.