SOCIEDAD
› DESDE MARZO, SECUESTRARAN LAS MOTOS A QUIEN NO USE PROTECCION
Treinta días para ponerse el casco
Primero habrá una campaña de difusión, luego advertencias policiales, y desde el 5 de marzo, multas y secuestros. En el 83 por ciento de los accidentes con motos hay lesiones de cráneo.
A partir de marzo próximo el gobierno porteño multará a los conductores de motos que no utilicen cascos. Primero harán una breve campaña de difusión, operativos donde se advertirá a los motoqueros y luego habrá secuestro de motos y multas. El Jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, fue tajante: “Si usar casco es incómodo, que anden en otro vehículo, para andar en auto no hace falta casco. Si da calor –otro de los motivos que resaltan los conductores–, que usen la moto sólo cuando refresca”, ironizó. La medida contó con el visto bueno de las entidades que nuclean a los empresarios de las mensajerías, pero no fue consultado el Sindicato de Mensajeros de Capital (Simeca), donde participan muchos de los trabajadores del sector. La medida tiene el objetivo de “proteger la salud pública” y disminuir el costo económico que implica atender en hospitales públicos a los motociclistas accidentados.
Hasta el 19 de febrero se distribuirán folletos en los que se explican los posibles inconvenientes de no usar casco y se resaltan las mayores posibilidades de lesiones graves. A partir de esa fecha, la Policía Federal hará operativos en esquinas céntricas y de gran circulación de tránsito, controlará el uso de casco, informará la obligatoriedad de la norma y la inminente entrada en vigencia de las multas. El 5 de marzo debutará el control: entre las sanciones previstas, se contempla el secuestro de las motos a quienes no utilicen la protección. El costo de la multa rondará los 75 pesos y la liberación, por el acarreo, un monto similar. Además, sólo podrán retirar el vehículo si se presentan con el solicitado casco.
Según datos del gobierno porteño, en la ciudad hay empadronadas 65 mil motos. El sistema público de salud atiende un promedio de mil motoqueros accidentados por año, mientras que la policía tiene un registro de 663 casos anuales de accidentes protagonizados por motociclistas. Otros datos suministrados ayer, en la presentación de la campaña, detallan que un conductor de un vehículo de dos ruedas tiene trece veces más posibilidad de morir en un accidente que quien maneja un automóvil, y resaltan que los cascos tienen una efectividad de 67 por ciento en la prevención de lesiones cerebrales.
“Muchos dicen que el que corre peligro es quien maneja, pero éste no es un problema individual sino de la sociedad, que es la que con los impuestos paga el costo de internación, de los estudios, de las operaciones. Entonces están involucrados la salud y los recursos públicos, por eso debemos intervenir como Estado”, resaltó Ibarra. En los documentos suministrados por el gobierno porteño se vuelve sobre la misma lógica: “Se puede afirmar que la atención de un traumatismo grave de accidente en moto (30 días de internación en terapia intensiva) cuesta alrededor de 50 mil pesos”, se detalla.
Los motoqueros que paran en la plazoleta de Bartolomé Mitre y Florida, en el microcentro porteño, criticaron la escala de prioridades que muestra el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. “En lugar de empezar por pedir cascos por qué no controlan que no nos roben, por qué no empiezan a pedir los papeles de las motos, por qué no nos facilitan lugares donde estacionar así no nos llegan millones de multas por parar en veredas, por qué no controlan a las empresas que nos contratan en negro y nos hacen laburar doce horas por dos mangos”, resaltó Damián con el asentimiento de sus colegas.
En tanto, en la esquina de Belgrano y Perú un grupo de motoqueros aseguró que la medida tendrá éxito: “No va a quedar otra que cumplirla porque si nos sacan la moto nos dejan sin laburo”, dijo Marcelo mientras exhibía su casco negro. A su lado, Esteban replicó con los argumentos clásicos para no usar la protección: “Te saca visibilidad, audición y, sobre todo, en verano sentís como si tuvieses la cabeza dentro de un horno”, aseguró.
De acuerdo con relevamientos del Centro de Emergencia del Hospital Fernández, y difundido por el Gobierno de la Ciudad, entre diciembre de1997 y el mismo mes de 2000 ingresaron 6058 víctimas de accidentes de tránsito, de las cuales 1224 se movilizaban en motos. El 33 por ciento de esos accidentados llevaba casco, el promedio de edad fue de 26 años y el 25 por ciento debió ser internado.
La Dirección General de Estadística y Censo porteño señala que en 2002 hubo 1462 accidentes de conductores y pasajeros de motos, el 16,9 por ciento de lo accidentes totales de ese año. El promedio: cuatro accidentes diarios, de los cuales en el 83 por ciento hubo lesiones de cráneo. Por su parte, datos de la policía señalan que el último año hubo 17 muertos por accidentes de motos, el doce por ciento del total de víctimas en accidentes de tránsito.
La asociación Luchemos por la Vida señaló que, en base a un estudio de 2003, el 56 por ciento de los conductores usaba casco y el 7 por ciento los usaba mal o uno inadecuado. Al respecto, los promotores de la campaña resaltaron que no todos los cascos están dentro de la ley: los obligatorios deben poseer una superficie acolchada entre la parte dura del objeto y la cabeza –para que pueda amortiguar los golpes–, debe proteger los ojos o usarse antiparras, debe cubrir la mandíbula y es obligatorio usarlo abrochado.
Informe: Darío Aranda.
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