Ayer comenzó el juicio a Mario Figueroa, de 43 años, por el femicidio de su pareja Marcela Poiman de 41, que falleció en septiembre de 2015 luego de resultar quemada en un edificio del barrio porteño de Belgrano. En la primera audiencia el hombre se declaró inocente y afirmó que su pareja se prendió fuego con alcohol mientras fumaba sola y encerrada en su habitación. También, recordó que su pareja lo había denunciado en febrero de 2013 por “lesiones” y “amenazas”, momento en que la justicia le dictó una prohibición de acercamiento.

Figueroa llegó al juicio oral, que se lleva adelante en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 24 porteño, bajo la acusación de “homicidio agravado por el vínculo y por haber mediado violencia de género”.

Cuando ocurrieron los hechos, el 4 de septiembre de 2015, Figueroa trabajaba de encargado en un edificio de la calle Virrey del Pino al 2500, donde vivía con su pareja y sus hijos. El hombre fue imputado de haber rociado a su mujer con alcohol etílico y prenderla fuego, provocándole quemaduras en el 40 por ciento de su cuerpo. En su descargo el acusado “reconoció que hubo una pelea con su pareja” el día del hecho y que la misma se originó “por una deuda de un teléfono celular que ella le había conseguido a una amiga”.