SOCIEDAD
› EN EL JUZGADO QUE INVESTIGO EL
CARTEL DE JUAREZ RECHAZAN LA TESIS DEL FISCAL
Una “fantasiosa” relación con la droga
Pesquisas que trabajaron a las órdenes del juez Canicoba Corral en la investigación de las conexiones locales del cartel mexicano desestiman la vinculación de los García Belsunce con ese grupo mafioso. Y la califican como “muy fantasiosa”. La situación de la hermana de “Pichi” Taylor, amiga de la familia.
En el juzgado federal de Rodolfo Canicoba Corral están sorprendidos. Son los dueños del copyright en la investigación de las conexiones del cartel de Juárez con la Argentina y ayer supieron a través de los diarios que las derivaciones del crimen del country termina golpeándoles la puerta. Según la tesis del fiscal Diego Molina Pico, los Belsunce formaban parte de las narcovinculaciones de los mexicanos en el país. Pero los hombres del juzgado federal le quitaron todo el peso a su tesis: “Es muy fantasiosa”, le dijeron, literalmente, a este diario. La “fantasía” principal es el nombre de la contadora Laura Helena Burgues, usado por Molino Pico para conectar los dos casos. Canicoba ahora le pedirá el dictamen para analizarlo.
El punto que cuestionan en el juzgado de Canicoba no es menor. Es casi la piedra fundamental de su, tal como la definieron, “muy fantasiosa” hipótesis. Para pegarle al crimen del country la relación con los narcolavadores mexicanos, el fiscal se metió con una causa donde se investigó el lavado de 12 millones de dólares del Cartel de Juárez. Una causa del juzgado de Canicoba.
Entre el cúmulo de papeles se encontró con el nombre de la contadora, a la sazón hermana de la vecina de los Belsunce, Nora “Pichi” de Taylor, imputada por encubrimiento en la historia del crimen. Canicoba había indagado a Laura Helena Burgues porque era la contadora de uno de los procesados de su causa, la del narcolavado. En la indagatoria, según le explicó a este diario una fuente judicial que estuvo estrechamente vinculado a la investigación, el juez “no pudo acreditar ninguna conducta comprometida entre la contadora y los narcos”. De acuerdo a esa misma fuente, Burgues mantuvo con uno de los procesados una relación de dependencia “de meses para que llevara los libros de contabilidad” de una empresa ubicada en la ciudad bonaerense de Balcarce. La relación habría terminado cuando ella se desvinculó porque “dejaron de pagarle”.
La situación legal de la contadora en cuestión en la causa del Cartel de Juárez es la siguiente: el juez no le dictó el sobreseimiento sino la falta de mérito, una figura legal que le permite continuar con la investigación. Sin embargo, ella estaría prácticamente desvinculada. La “falta de mérito” fue confirmada además por la Cámara de Apelaciones.
Nada de esto aparece en el dictamen de Molina Pico. Es más, en lo que a todas luces aparece como su traspié más delicado, el fiscal la menciona como “testaferro” de los narcos y como “procesada”. En sus palabras: “¿Quién tenemos como indagada y procesada como testaferro del Cartel de Juárez?”, dice en el dictamen antes de mencionar el nombre de su hermana, vecina del country.
Pese a haber zafado en la investigación de Canicoba, Laura Burgues ya había merecido un párrafo entre los diputados de la Comisión de Lavado. Su nombre se encuentra en el apartado del preinforme dedicado a la Causa de A. Bank Mercado Abierto, propiedad del banquero menemista Aldo Ducler y sus relaciones con Nicolás Di Tullio y Angel Di Salvia, procesados y detenidos durante la investigación sobre el Cartel de Juárez.
Quien la menciona es un empleado de una estancia llamada Rincón Grande, ubicada en el partido de General Pueyrredón, parte de “las inversiones realizadas con dinero presuntamente lavado y proveniente del narcotráfico”, dice el informe. El empleado llamado Omar Alberto Guzmán, indica el informe, “señala que al campo concurrían habitualmente los señores Salvia, Nicolás Di Tullio, Aldo Ducler, Valentín Grasso, la Dra. Perelló y la contadora Laura Burgues”. Otra declaración testimonial, la del encargado del campo, Aquilino Ceferino Vázquez, señala además que “Aldo Ducler festejó allí su cumpleaños en una oportunidad en que también los mexicanos se encontraban en el mismo lugar”.
Otro de los datos que en el juzgado de Canicoba consignaron como error se refiere al Banco General de Negocios, de los hermanos Rohm. Carlos Carrascosa y otros sospechosos en el crimen formaron parte del BGN, el banco que cerró en 2002 en medio de un escándalo investigado por la juezaMaría Servini de Cubría. Lo que el juzgado de Canicoba cuestiona, en este caso, no es la relación de Carrascosa con el fraude del BGN sino los supuestos vínculos del banco con los narcos de Juárez.
Esa causa también estuvo en manos de Canicoba. Las únicas relaciones del banco con el capital de los narcos probadas por su juzgado se reducen a una sola operación en la cuenta de un cliente. “El cliente que no tenía nada que ver con miembros del Cartel –confió la fuente– les compró una propiedad a través del BGN”.
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