Héctor “El Nene” Sánchez habría violado a otra de sus sobrinas, familiar directa de su segunda víctima mortal, Mónica Vega. El hecho fue declarado por la niña todavía en forma extraoficial, con reserva de su identidad, en una oficina estatal, porque la menor está muy atemorizada y no se anima a concurrir a Tribunales. Sin embargo, los fiscales que actúan en el caso ya saben de la existencia de esa declaración. Para los investigadores, se trataría de la cuarta violación del Nene, por cuanto atacó en 1996 a una sobrina de 13 años –estuvo seis años preso–, luego a Marela, de 9, que según se sospecha, también fue violada –aunque el asesino lo niegue–, en tercer lugar a la sobrina que declaró con identidad reservada y, por último, a Mónica, también de 13, violada y asesinada la semana pasada.
Acompañada por un abogado, la niña declaró el lunes ante funcionarios de confianza de su familia. Contó allí que El Nene no sólo la violó sino que la golpeaba en forma reiterada. Este nuevo elemento no hace más que confirmar el perfil de psicópata del Nene Sánchez quien, tras someter a las niñas y asesinarlas, se movía con frialdad para tapar todo.
En el caso de Marela, por ejemplo, hizo un verdadero paquete con la niña: rodeó su cuerpo con una sábana y usó una cuerda para amarrar la tela y dejar poco espacio de manera de reducir los olores del cadáver. Es muy posible que ese factor, más el fuerte olor a excrementos, hayan sido decisivos para que en el allanamiento clandestino que hizo la Bonaerense con un sabueso, el perro Chuqui, no se haya podido rastrear el cuerpo de la niña. Siete días después del crimen, El Nene convocó a su primo, el albañil Jorge Guillén, para que haga una losa por encima del pozo donde había arrojado a Marela y así reducir todavía más las posibilidades de que alguien descubra el cadáver de la niña.
Ayer, el fiscal Carlos Hassan recomendó la libertad del albañil dado que no encontró ningún elemento que lo vincule con los crímenes. Guillén recuperó entonces la libertad, ya que el juez de Garantías Javier Mafucci Moore coincidió con el criterio del fiscal.
En los tribunales de Lomas de Zamora se dice que también podrían obtener su libertad los otros dos detenidos, el hermano del Nene, Hugo “El Bebe” Sánchez, y su pareja, Adriana Frutos. Sin embargo, en fuentes judiciales se dice que El Bebe es quien tiene mejor pronóstico: trabajaba hasta las tres de la mañana en una pizzería y al regresar dormía hasta el mediodía. Por lo tanto, no estaba despierto a las 10 de la mañana del domingo en que mataron a Marela, ni en la madrugada de la violación y el asesinato de Mónica. En cambio, respecto de Adriana Frutos hay algunas dudas: estaba en la casa en ambas oportunidades. Es más, hay fuertes rumores de que mantenía una estrecha relación con su cuñado, El Nene. De todas maneras, según los criminalistas, los psicópatas del estilo de Sánchez suelen actuar en forma solitaria y ese diagnóstico juega en principio a favor de Frutos.
En tanto, los investigadores continúan explorando el galpón vecino a la casa de los Sánchez: no descartan encontrar allí evidencias de otros crímenes.