Un preso reveló un supuesto complot para atentar contra la vida de la defensora general del Departamento Judicial de Bahía Blanca, Graciela Cortázar, en el que estarían involucrados un ex recluso y autoridades del Servicio Penitenciario Bonaerense. Cortázar denunció el hecho el miércoles ante la fiscal bahiense Claudia Lorenzo, luego de que un preso detenido por homicidio en la cárcel local de Villa Floresta –cuya identidad no fue revelada– le dijera que tuviera cuidado porque “iban a atentar contra sus bienes y su integridad física”.
El presidente del Colegio de Magistrados bahiense y camarista penal, Alejandro Aispuro, se solidarizó ayer con la defensora y manifestó que el suceso genera una “gran preocupación”.
El martes último, el secretario de Ejecución Penal de la Defensoría General, Germán Kielf, se reunió con el preso por otras cuestiones y éste le contó sobre el supuesto complot para atentar contra Cortázar, quien tras conocer la advertencia aseguró sentirse “preocupada” y “conmocionada”. La funcionaria fue defensora de la adolescente de 14 años, violada y embarazada por su padrastro, cuyo pedido de aborto fue denegado por la Justicia.
“El preso, que está hace 13 años detenido por homicidio, le contó a Kielf que otro interno, que en diciembre habría recuperado su libertad, tenía órdenes de quemar la casa y pegarle palazos en las piernas y brazos a la defensora”, indicó una fuente relacionada al caso, y agregó que “el hombre, que supuestamente estaba encargado de atentar contra la defensora, habría dicho que lo tenía que hacer porque de esa manera le prometían salir en libertad”.
La funcionaria informó que “el presunto agresor está libre desde diciembre, tiene antecedentes por delitos graves que, al menos, posibilitaban una condena larga, aunque está en libertad”. Cortázar puntualizó que “según el interno, el propio personal del Servicio Penitenciario le habría dado el encargue al otro hombre” para cometer el atentado, que consistía en golpearla y luego quemar su vivienda.
El titular de la cárcel de Villa Floresta, inspector mayor Carlos Luján, puso en duda los dichos del recluso porque el interno “en varias oportunidades presentó denuncias. Creo que es una historia inventada por este hombre, por su patología”, dijo, aunque iniciará las investigaciones del caso.
A esta denuncia se suman otras similares. Entre ellas, en febrero último, dos presos de la cárcel de Dolores denunciaron que un jefe del Servicio Penitenciario Bonaerense les ofreció armas, drogas y beneficios a cambio de matar al camarista de San Isidro Fernando Maroto y al fiscal general de San Martín Luis María Chichizola.