La milonga al aire libre con la que cerró el Festival de Tango se concretó finalmente el sábado pasado, después de que se suspendiera el fin de semana anterior por mal tiempo. Allí se produjo uno de los mejores momentos del encuentro tanguero: la reunión entre el bandoneonista Rubén Juárez y el guitarrista Luis Salinas en un breve set de tangos clásicos “a la parrilla”, interpretados a dúo. Antes de esto, hubo otro momento de calidad: los tangos, valses y milongas de Salinas, que tienen mucho de im-provisados, fueron seguidos por una multitud con palmas y tarareos. También muchos de los tangos que Juárez cantó e interpretó en su bandoneón. Y la Orquesta Típica Fernández Fierro hizo su repertorio con arreglos originales. La milonga cubrió Diagonal Norte desde Perón hasta Suipacha. Se vio una extraña mezcla de looks y edades (jóvenes con remeras metaleras o ropajes alternativos, mayores de estricto traje tanguero) que pareció servir de marco a los tiempos de cruce que se anuncian en el 2 x 4.