SOCIEDAD
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Prevención y mortalidad
Por Gonzalo Moyano *
Contrariamente a lo que ocurre en casi todo el mundo –que, salvo países en guerra o con catástrofes incontroladas, estructuralmente tiende a bajar–, en la Argentina la mortalidad infantil (MI) aumenta. Pero sorprende que sorprenda, luego de constatar una tozuda tendencia a hacer en salud todo lo contrario a lo que se debe. Siempre. Que casualmente es lo que recomienda –por ejemplo– el Banco Mundial en su (tristemente) célebre documento del ‘93 titulado impunemente “Invertir en Salud”, menos por indicar lo contrario a lo que debe hacerse que por instituir excluyentemente a la salud como una mercancía.
La Argentina es un país con alimentos de sobra (que lograrían alimentar a 300 millones de habitantes) y en el que uno de cada tres hogares no come lo suficiente para subsistir. Tiene una capacidad profesional en salud de alta calidad, con desempleo crónico y salarios miserables en el sector, y grandes problemas de acceso a la salud para la mayoría de la población. El Estado tiene capacidad (desatendida y ocultada) de producción de medicamentos de calidad, pero prefiere comprarlos en el mercado a una calidad dudosa y que (decide) no fiscaliza(r).
Atribuir el aumento de la mortalidad infantil al incremento del precio de los insumos por la devaluación es por lo menos ingenuo. El motivo más importante –ineludible e impostergable– de enfermedad y muerte en la población es la falta de acceso a los alimentos así como al sistema sanitario, sobre todo a la atención primaria de salud. A no engañarnos, esto ocurre porque hay quienes permiten o promueven que ocurra.
El martes, el mismo día en el que en Página/12 se informó sobre el aumento de la mortalidad infantil, el país pagó 3100 millones de dólares al FMI, que equivale al 60 por ciento de todo el gasto en salud del año 2001. Uno podría coincidir con el Presidente: “Está todo dicho”. Para que esto ocurra en la Argentina las cosas hay que hacerlas mal. Muy mal.
* Médico epidemiólogo. Cátedra Libre de Salud y DD.HH., Facultad de Medicina, UBA.