El secuestro y asesinato de Axel Blumberg siguió disparando ayer distintas polémicas. Juan Carlos, el padre del joven, pidió ayer la renuncia del ministro de Seguridad bonaerense, Raúl Rivara, porque éste negó que a Axel lo hayan torturado. Fuentes de la fiscalía le confirmaron a Página/12 que la autopsia establece que no hubo torturas y que, tal como adelantó este diario ayer, la remoción de una parte de las uñas se produjo en el marco de las tareas de la autopsia ya que se buscaban elementos orgánicos– pelos, piel– que en algún momento puedan servir para identificar a los asesinos. En el centro de la escena quedaron también las polémicas sobre si existe o no un mensaje político-policial-mafioso detrás del crimen de Axel y, además, sobre lo que parecen graves errores del operativo del lunes a la noche: aun siguiendo la versión oficial, lo que aparece es que los hombres de la Bonaerense y la SIDE intentaron capturar a los secuestradores, se tirotearon con ellos y la operación salió mal ya que los delincuentes lograron escapar. Después –siempre de acuerdo con la versión oficial– alguno de la banda enloqueció y, como venganza, ejecutó al joven con el tiro en la sien.
Naturalmente dolido, el padre de Axel volvió a hacer oír su voz ayer al mediodía. Adelantó que se reunirá con el gobernador bonaerense, Felipe Solá, y con el presidente de la Nación, Néstor Kirchner, para reclamar por el esclarecimiento del asesinato de su hijo e insistió en que vio personalmente las marcas de las torturas que sufrió Axel. En algún momento, Juan Carlos Blumberg deslizó que “este crimen es un mensaje. No sé para quién ni por qué, pero es un mensaje”.
Este diario accedió a fuentes de la fiscalía que ratificaron lo dicho por el ministro de Seguridad bonaerense, Raúl Rivara: en la autopsia no se consigna el hallazgo de rastros de tortura y los forenses señalaron que la remoción parcial de uñas está relacionada con estudios propios de la autopsia. Respecto de los golpes, el informe oficial establece lo adelantado ayer por Página/12: el chico tenía tres golpes, casi seguro producto de culatazos cuando lo bajaron del auto, antes de asesinarlo. De todas maneras, el padre de Axel insistirá ante las autoridades para que le den explicaciones sobre todo lo ocurrido.
Con el paso de las horas, el mayor interrogante está en las razones de un crimen que es inédito en la experiencia de secuestros de los últimos tres años. Para el gobernador Felipe Solá, el ministro Rivara y distintos expertos, la clave fue el enfrentamiento que se produjo minutos antes del pago del rescate con una parte de la banda que iba en un Volkswagen Passat que la misma organización le había robado a otro secuestrado la semana anterior. El vehículo, perteneciente a un ejecutivo de Arcor, era blindado y por ello los secuestradores lograron huir. La hipótesis es que Axel iba en el baúl, la banda se dirigía a cobrar el rescate y dejaría al chico en libertad minutos más tarde.
Ateniéndose a esta versión oficial, son muchos los expertos que evalúan el operativo policial como un fracaso.
- En primer lugar, no es que haya sido un encuentro casual con los secuestradores. Si estaba presente la SIDE, como informa el gobernador, da toda la impresión de que no se estaba tras los pasos de un auto robado como se ha hecho trascender, sino detrás de la banda que tenía a Axel.
- Por lo tanto, se intentó una operación parecida a la hecha en el caso del padre de Jorge “El Corcho” Rodríguez: detener a los secuestradores y liberar a la víctima. A diferencia del caso Rodríguez, éste salió mal porque la banda logró escapar.
- Aun en esta versión oficial, lo que parece evidente es que hay un fracaso del operativo porque no se explica cómo es que los secuestradores logran huir, teniendo en cuenta que la policía cuenta con radios, decenas y decenas de patrulleros y se debía establecer un cerco inexpugnable. Ni siquiera alcanza para explicar el fracaso el argumento de que el auto que usaban los secuestradores era blindado.
- Muchos dudan de la política actual de las fuerzas policiales de intervenir para evitar el pago del rescate y detener a los secuestradores, aun en caso de que el secuestrado corra peligro. Pero incluso en esa óptica, si se va a intervenir, no puede haber error. Y según lo admiten las propias autoridades, en este caso fallaron.
Sin embargo, la verdadera razón del crimen sigue siendo una de las preguntas sin respuesta. Para buena parte de los especialistas, la historia no termina de cerrar. “Los secuestradores van por plata, no por un muerto. ¿Tuvieron un enfrentamiento del que lograron escapar? ¿Por qué iban a matar al chico en lugar de seguir con el plan de cambiarlo por plata? ¿Por qué se iban a cargar con semejante crimen en forma inútil? No hemos visto un caso como éste hasta el momento. Acá hay un mensaje mafioso: el objetivo fue tirar un muerto en la cancha”, le dijo a este diario uno de los expertos de mayor reputación en la Argentina.
En este punto entran la posibilidad de alguna represalia por los 200 pases a retiro de comisarios que se venían anunciando y que se iban a concretar a fin de este mes, o sea dentro de seis días. El mensaje del crimen sería: “Con este asesinato demostramos que la seguridad es el problema de los problemas y que ustedes no pueden pasar a retiro a los tipos más duros y experimentados. Y en todo caso, que esos pases a retiro no son gratis”.