En España comenzó a aplicarse la segunda etapa del proyecto de retorno voluntario de inmigrantes, en su mayoría latinoamericanos y muchos de ellos argentinos, que cuenta con el aval de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Sobre 1507 solicitudes recibidas este año, 1385 corresponden a personas que provienen de países latinoamericanos, en su mayoría de Ecuador, Colombia, Bolivia y Argentina. De acuerdo con la información suministrada en España por la OIM, unas 400 personas podrán “retornar voluntariamente” antes de fines de abril a sus países de origen. El programa está dirigido a personas que se encuentren en situación de “vulnerabilidad y exclusión social”. De acuerdo con la información suministrada a Página/12 por la filial de OIM en Buenos Aires, ya han retornado a la Argentina “dos mujeres, una de ellas con residencia en la provincia de Córdoba”, pero todavía no se sabe el número exacto de posibles regresos “porque eso depende del resultado del trámite iniciado en España, dado que cada solicitud es analizada en forma particular”.
En España, la noticia sobre el lanzamiento de la segunda etapa del programa fue confirmada ayer por el responsable local de la OIM, Salvatore Ipólito. La iniciativa, denominada Previe, fue diseñada para apoyar a inmigrantes en España que no pertenezcan a países de la Unión Europea, que estén “en situación de vulnerabilidad y exclusión social” y que “tomen la decisión en forma voluntaria”, insistió Ipólito. El representante español de la OIM aclaró que el programa “no se está publicitando” en forma masiva para “no crear expectativas que luego no se podrán cumplir”, frente a una demanda cada vez más creciente.
La fase inicial de retorno de los 400 inmigrantes finalizará antes del 30 de abril, en el plazo de un mes, aproximadamente, atendiendo a criterios de “urgencia y vulnerabilidad”, señaló Ipólito. “Las víctimas del tráfico de personas y los menores son nuestra prioridad”, subrayó el responsable de la OIM, aludiendo a los casos más graves de “vulnerabilidad y exclusión social”. El mayor problema, según Ipólito, lo constituyen los que ingresan a España con visa de turista e intentan quedarse en forma definitiva. “Es una inmigración ingenua”, generalmente compuesta por personas que cuentan con “una economía frágil y un proyecto migratorio superficial” que después los deja en un marco de indefensión.
El proyecto fue puesto en marcha en septiembre de 2003 y pudo dar asistencia a 199 personas hasta fines del año pasado. En el 2004, según Ipólito, se podrá contar con un mayor presupuesto y con los recursos necesarios para que unas 250 personas por mes, cuando menos, puedan regresar a sus países. La ayuda contempla la entrega gratuita del pasaje en avión para retornar desde la región española donde resida el solicitante. Al mismo tiempo se le dará una ayuda económica, entregada por una oficina de la OIM en el país de destino, que consiste en un aporte de 550 dólares por adulto y 250 dólares por cada menor repatriado en el marco del programa.
Previe es una iniciativa de la OIM financiada por el Instituto de Migraciones y Servicios Sociales y apoyada por la Delegación del Gobierno para la Extranjería y la Inmigración del Ministerio del Interior español. La OIM es una organización internacional de carácter intergubernamental que desde 1951 se dedica a potenciar “una migración ordenada y más humana”, según la consigna difundida por el organismo. De acuerdo con cifras oficiales conocidas este año, durante la visita a España del presidente Néstor Kirchner, los argentinos residentes en ese país son 109.390.
Los argentinos son la séptima comunidad, por país de procedencia, y son superados ampliamente por los 390.119 ecuatorianos registrados, que encabezan la lista por primera vez en la historia, superando a los marroquíes. Al total de argentinos empadronados hay que restarle los residentes legales, que suman 43.347. Los que carecen de papeles, entonces, son 66.043, siempre de acuerdo con las cifras que se dieron a conocer oficialmente.