SOCIEDAD
› ASALTO A UN BANCO PROVINCIA EN MORON
En una hora, medio millón
Poco más de una hora. Ese fue el tiempo que tuvieron ayer cuatro hombres armados para llevarse medio millón de pesos de una sucursal del Banco Provincia de la localidad bonaerense de Morón. El grupo tipo comando ingresó por la tarde en la entidad y dos de sus integrantes iban disfrazados de policías, lo que facilitó los movimientos.
Según fuentes policiales, el hecho ocurrió en el Banco ubicado en República Oriental del Uruguay y Rivadavia en Morón, a dos cuadras de la estación de trenes. A pesar de que no había atención al público por ser sábado, los asaltantes aprovecharon que en la entidad se realizaban tareas administrativas internas para alzarse con los billetes destinados a reponer el efectivo de los cajeros automáticos de ese local.
Aunque las puertas del banco estaban cerradas, los hombres irrumpieron por un portón abierto en un garaje trasero, donde suelen estacionar los camiones de caudales para los movimientos de dinero. “Estamos seguros de que fue una entregada, porque conocían el movimiento y la distribución de la sede y además, o les dejaron abierta la puerta que comunica con el banco o tenían llave porque no la violentaron”, dijo una fuente citada por la agencia Télam.
En el momento del robo, dentro del interior de la sucursal se encontraban seis empleados y dos policías de vigilancia que se vieron despistados por los uniformes que vestían los delincuentes, y no sospecharon nada hasta que los hombres sacaron sus armas y los redujeron. Rápidamente, los asaltantes maniataron a los trabajadores bancarios y a los efectivos de la Bonaerense y los encerraron en un cuarto que funciona como cocina, donde los obligaron a permanecer en el piso boca abajo.
Una vez despejado el camino, los cuatro sujetos se apoderaron del dinero de los cajeros automáticos de la sucursal. Luego exigieron a un contador de la entidad que les revelara la clave electrónica de acceso a las cajas fuertes, aunque sólo pudieron acceder a la única de ellas habilitada para abrirse durante los días sábados. Y para ello debieron además esperar cerca de una hora para que el mecanismo pudiera ser activado, ya que había sido cerrada minutos antes del asalto y no permitía ser reabierta inmediatamente. A las 16, los hombres se alzaron con el botín depositado en su interior. “La otras cajas están cronometradas recién para poder ser utilizadas el lunes”, explicaron empleados del lugar.
Un vocero policial reveló que “se trató de profesionales, que no se pusieron nerviosos y actuaron con guantes de látex para no dejar ninguna impresión dactilar”. La fuente explicó que cuando ingresaron al tesoro, ocultaron sus rostros con capuchas para evitar ser captados por las cámaras de seguridad. Además, dijo, portaban escopetas similares a las que usa la policía. Los hombres se fugaron en dos automóviles, uno de ellos un Fiat Siena que pertenecía a uno de los empleados.