SOCIEDAD
› CUSTODIA POLICIAL A JUGADORES POR POSIBLES SECUESTROS
Boquenses con marca a presión
Algunos jugadores de Boca Juniors cuentan desde ayer con custodia policial ante la posibilidad de un secuestro, según admitieron voceros del club. La orden partió, a la mañana, del fiscal federal Eduardo Freiler, luego de recibir una denuncia que afirmaba que tanto los jugadores como sus familiares eran “objetivos” de una banda de secuestradores.
“Algunos jugadores y su grupo familiar ya tienen custodios durante todo el día y, por decisión del club, también se reforzó la seguridad en el estadio”, afirmó Ivan Pavlosky, vocero de Mauricio Macri, presidente de Boca. La denuncia había sido realizada por un detenido en una cárcel de Santa Fe, cuya identidad no se divulgó por cuestiones de seguridad, que aseguró haber escuchado a otros internos afirmar que jugadores de Boca y familiares estaban marcados para un secuestro extorsivo próximo a cometerse.
El fiscal se negó a hablar con la prensa, pero colaboradores suyos señalaron que la orden de custodia es “sólo una medida preventiva” y advirtió que “los presos a veces hacen este tipo de presentaciones para mejorar su situación carcelaria u obtener algún traslado”.
Los jugadores de fútbol también se negaron a hablar con la prensa, pero allegados al club destacaron que ningún futbolista deseaba custodia policial para evitar inquietar a sus familiares. Lo mismo expresaron desde el cuerpo técnico que encabeza Carlos Bianchi.
La causa tuvo un singular periplo, que incluyó varias declaraciones de incompetencia, hasta que recayó en la fiscalía de Freiler, en virtud de recientes modificaciones procesales que establecen que las causas por secuestros deben tramitarlas los fiscales. En primer término intervino la Justicia santafesina, que se declaró incompetente y remitió el expediente a la Capital Federal, donde tras el sorteo de rigor se determinó que le correspondía investigarla a María Servini de Cubría. La magistrada también planteó su incompetencia y el expediente volvió a ser sorteado, con lo que recayó en el juzgado a cargo de Jorge Urso, quien en base a la nueva normativa delegó la investigación en el fiscal Freiler.
La situación generó inquietud en el plantel que, en dos semanas, jugará la primera semifinal de la Copa Libertadores con River Plate.
En los últimos años, familiares de jugadores de fútbol sufrieron secuestros extorsivos: los hermanos de Román Riquelme y Víctor Zapata y los padres de Leonardo Astrada, de Cristian Traverso y de los hermanos Gabriel y Diego Milito. El año pasado también habían secuestrado a la hermana de Mauricio Macri y habían intentado lo mismo con el jugador Darío Husain.