El juez Vicente Cisneros podría resolver en las próximas horas la situación del empresario José Minardi, quien el viernes pasado, luego de que le quitaran diez mil pesos a la salida de un banco, mató a dos de los ladrones e hirió a un tercero. En principio, el magistrado se inclinaría por la figura de exceso en la legítima defensa, lo que significa que Minardi reaccionó en forma desproporcionada, disparando numerosos tiros de su pistola Glock calibre nueve milímetros, ante un ataque que ya había concluido y que fue perpetrado por los ladrones que portaban un revólver calibre 38 sin balas. De todas maneras, el homicidio por exceso en la legítima defensa tiene una pena que va de los seis meses a los cinco años y es, por lo tanto, excarcelable. En virtud de esa decisión, Cisneros dispondría la libertad de Minardi. El magistrado todavía estudiaba anoche si encuadraba el caso en otra figura legal –homicidio en estado de emoción violenta–, pero igualmente Minardi recuperará la libertad.
La defensa del empresario, a cargo de Juan Carlos Salerni, pretende que la acción de Minardi quede encuadrada en legítima defensa, lo que no tiene pena de ningún tipo. Para ello alega que en verdad lo querían matar y que los disparos se produjeron mientras los tres individuos le pegaban y uno de ellos le gritó al otro: “Matalo, matalo”. Salerni sostuvo ayer que “mi cliente no disparó para defender su dinero, sino para sobrevivir, y él no persiguió a nadie, sino que se defendió de una salvaje agresión”.
En el expediente se habrían demostrado los siguientes hechos:
- Un testigo declaró que efectivamente un ladrón le gritó al otro “matalo, matalo”.
- Sin embargo, los disparos no se habrían producido en ese momento sino después, cuando los ladrones ya estaban en fuga.
- Minardi utilizó una pistola Glock nueve milímetros y tiene autorización para portarla. Se trata de un arma poderosa que se acciona con un toque suave, lo que permite disparar varios tiros en apenas segundos. El efecto es parecido al de una ametralladora y los proyectiles atraviesan el cuerpo de la víctima.
- Los ladrones, que utilizaban el sistema de arrebato de la salidera bancaria, contaban con una moto para huir. Según parece, sabían que Minardi había sacado 20.000 pesos del banco.
- Se les encontró sólo un arma, que sería una pistola 9 milímetros o un revólver calibre 38, con el que le habrían pegado culatazos a Minardi. El arma no estaba cargada y no hubo ningún disparo por parte de los ladrones.
Con estos elementos, el juez Cisneros –uno de los de mayor edad y experiencia en Tribunales– tomaría la decisión de excarcelar a Minardi, encuadrando el caso en exceso en la legítima defensa. O sea que el magistrado consideraría que el empresario fue víctima de una agresión ilegítima, utilizó un método para repelerla, pero actuó en forma desproporcionada al nivel de la agresión que recibió. Este enfoque asimila la pena a la correspondiente al homicidio culposo, aquel que se produce por imprudencia o impericia: la pena es de seis meses a cinco años, por lo cual es excarcelable.
La otra alternativa que barajaban anoche en Tribunales es la de homicidio en estado de emoción violenta, que consiste en matar a otra persona después de sufrir algún tipo de circunstancia que hacer perder el control. La pena es de uno a tres años, por lo cual también es excarcelable, sólo que habría que esperar los resultados de las pericias psiquiátricas que se le hicieron el lunes al empresario.
En cualquier caso, la versión que circulaba anoche en fuentes judiciales indica que Minardi saldrá próximamente del penal de Marcos Paz adonde estaba alojado hasta anoche. Pese a ello, el caso levanta enorme polémicaporque el empresario disparó a mansalva, con un arma más que poderosa, en una avenida transitada en pleno mediodía porteño.