Por primera vez en 122 años pudo observarse ayer el tránsito del planeta Venus entre el Sol y la Tierra. El fenómeno se extendió por más de cinco horas, pero desde el Hemisferio Sur sólo fue visible durante unos 30 minutos.
Desde diciembre de 1882 no se veía un fenómeno similar en el planeta. El tránsito suscitó el entusiasmo de aficionados y especialistas de todo el mundo. El lucero se convirtió en un punto negro y trazó una media luna sobre el Sol, lo que se pudo ver a través de telescopios equipados con filtros solares o de placas radiográficas. La duración del fenómeno completo fue de 5 horas y 53 minutos, aunque desde el Hemisferio Sur, donde se encuentra Argentina, fue visible entre las 7.55 y las 8.25.
El astrónomo Mariano Ribas, coordinador del Area de Astronomía del Planetario de la Ciudad de Buenos Aires, aseguró que “para que se produzca un tránsito de Venus, el Sol, Venus y la Tierra deben estar en línea recta”. Según se prevé, el fenómeno se volverá a repetir recién el 6 de junio de 2012 y el 11 de diciembre de 2117, pero no serán visibles desde el Hemisferio Sur.
“Desde la aparición de los telescopios, hace 4 siglos, sólo se han producido otros seis tránsitos –explicó Ribas–: en 1631, 1639, 1761, 1769, 1874 y 1882. Y su observación durante los siglos XVIII y XIX permitió calcular la distancia entre Venus y la Tierra, y más importante aún, entre nuestro planeta y el Sol (lo que dio un resultado de 149,6 millones de kilómetros). Es lo que hoy en día se conoce como Unidad Astronómica, que indica la distancia por excelencia dentro del Sistema Solar.” Por su parte, el astrónomo chileno Arturo Gómez, del observatorio de Cerro Tololo, aseguró que “el eclipse permitirá medir con mayor exactitud aún la distancia que separa a la Tierra del Sol”.
En la plaza Puerto Argentino, ubicada frente al Planetario, unas 200 personas se dieron cita ayer para observar el fenómeno en uno de los cinco telescopios dispuestos en el lugar. “Ningún habitante actual de la Tierra ha visto algo así, por lo que el tránsito de Venus se convirtió en uno de los shows celestes más promocionados de los últimos tiempos”, dijo Ribas. En el Planetario aseguraron que la visibilidad del fenómeno “superó ampliamente las expectativas, porque se pudo ver claramente. Al principio parecía que había muchas nubes, pero con la aparición del Sol se pudo ver bien”.