Familiares y amigos de Cristian Ramaro, el joven secuestrado en el Tigre, confirmaron que los secuestradores exigieron el pago de 400.000 dólares, aunque también remarcaron que la familia no cuenta con esa suma dinero. En tanto, la policía allanó una casa en una villa de Garín donde presuntamente –según la fuerza– el joven estuvo las primeras 24 horas de su cautiverio. En el procedimiento no hubo ningún detenido.
El tío del joven secuestrado fue uno de los encargados de confirmar ayer la suma pedida por la banda, aunque también señaló que “la familia está quebrada”. Un amigo del joven también señaló que “es imposible” para la familia el pago de esa cifra, salvo “que los captores tomen como parte de pago dos lanchas”.
El allanamiento fue ordenado por la fiscal que investiga de oficio el secuestro del muchacho de 23 años, Rita Molina, en dos viviendas de la villa Cri Cri, en el partido bonaerense de Escobar, aunque luego el operativo se extendió en otras cuatro casas precarias. El procedimiento fue en la mañana de ayer, participaron más de 200 policías de distintas dependencias de la zona, grupo especial de operaciones y dos helicópteros.
Pablo Cosavella, quien aseguró ser amigo de Cristian y de su familia desde la infancia, aseguró que “hubo una segunda comunicación en la que hablaron con un amigo de Cristian, entre las 19 y las 20 del miércoles. Le dijeron que Cristian está bien y que si lo quieren de vuelta junten los 400 mil dólares, tras lo cual cortaron”.
Cristian, un estudiante de Derecho de 23 años, es hijo del dueño de la empresa de transporte fluvial La Interisleña SA y reciente accionista de la empresa Cacciola, que realiza viajes fluviales entre el puerto de Tigre y el de Carmelo en Uruguay. Una de las exigencias de los secuestradores es que la familia no realice la denuncia y que no aporte información a la policía, por lo que intervino de oficio la fiscal de San Isidro Rita Molina, la Delegación de Investigaciones (DDI) de San Isidro y la SIDE.