La hipótesis de la venganza se fortaleció entre los investigadores del triple crimen del barrio Frino, de José C. Paz, al confirmarse ayer que los tres cuerpos habían recibido un total de 34 puñaladas, todas en el tórax, y que la muerte se produjo por las heridas en el corazón y no por los cortes que presentaban en el cuello. A Eric, el hijo de 12 años del matrimonio que formaban Enrique Valenzuela, de 42, y Roxana Marinego, de 36, “lo degollaron cuando ya estaba muerto”, confirmó un vocero judicial consultado por Página/12. “Hay testigos que pueden aportar datos de interés, pero son muy reticentes.” De todas maneras, para la semana que viene se producirían “importantes novedades que podrían llevar a la resolución del caso”. La fuente, ante versiones en ese sentido, dijo que “está descartado totalmente que en el hecho haya tenido alguna participación el otro hijo de la pareja, que fue quien encontró los cuerpos de sus tres parientes.
“El hombre recibió ocho puñaladas, la mujer tenía 18, todas en el tórax, y el chico otras ocho. Las hipótesis son muchas, pero está costando que la gente hable sobre lo que sabe”, explicó el vocero. “Está claro que en el crimen participaron al menos dos personas y que hubo un gran ensañamiento que prácticamente confirma que se trató de una venganza.” Lo que está tratando de establecerse con precisión son “las actividades que desarrollaba el matrimonio, porque hay versiones sobre su intervención en supuestos hechos delictivos que serían centrales a la hora de establecer el móvil del triple crimen”. Tampoco se tiene conocimiento pleno acerca de “la situación familiar de las víctimas, ya que no se pudo terminar de establecer si mantenían contacto o no con sus parientes”.
“Lo que llama la atención es el ensañamiento, sobre todo con la mujer y con el chico”, resaltaron las fuentes. El drama ocurrió en una casa de Alsina al 4400, en el barrio Frino de José C. Paz. El hombre y la mujer fueron atados y amordazados. A los tres los degollaron, pero la autopsia confirmó que “la muerte, en todos los casos, se produjo por las heridas directas en el corazón de las víctimas”. Al chico lo asesinaron cuando estaba dormido, según la hipótesis que surgiría de la autopsia. “No es un hecho casual, porque así lo demuestran la saña del ataque y la frialdad con la que actuaron respecto del niño, al que degollaron después de muerto”, precisó una fuente judicial.
“Es posible que los asesinos fueran conocidos de las víctimas, motivo por el cual no ladraron los tres perros (doberman) que tenía el matrimonio, según lo que dicen los vecinos”, dijo el vocero. En la causa, que lleva la fiscal Fabiana Ruiz, prestó declaración testimonial el hijo de 16 años del matrimonio, pero “no dio datos de mucha importancia porque no estaba en la casa”. En principio “se descartó que pueda haber tenido una participación en el triple crimen”.