SOCIEDAD
Rehén cerca del Obelisco
Durante una hora y cuarenta y cinco minutos, el corazón del microcentro porteño estuvo jaqueado. A las nueve de la noche, dos muchachos de unos treinta años asaltaban una sucursal de la Farmacia del Dr. Ahorro, uno de los dos únicos locales abiertos en la esquina de Cerrito y Corrientes. Lo que comenzó como un robo se convirtió inmediatamente en una toma de rehenes cuando entró a la farmacia un equipo de la Policía Federal. Uno de los dos asaltantes se escapó, pero el otro se refugió detrás de las estanterías con la cajera. Pidió la presencia de las cámaras de televisión. La policía montó un operativo de seguridad con todo el cuerpo de elite encabezado por el secretario de Seguridad Interior, el ex fiscal Norberto Quantín. La avenida 9 de Julio permaneció cortada desde Corrientes hacia la zona sur. A las 22.45 la pesadilla terminó. El muchacho entregó arma, celular y a la empleada frente a las cámaras. Hacía muy pocos días había salido de la cárcel, según dijeron fuentes de la policía. Durante la toma, la policía montó el bunker de seguridad en el Hotel República, a diez metros apenas de la farmacia. Un negociador del GEOF fue el único interlocutor que tuvo el muchacho mientras duró la negociación.