Mié 14.07.2004

SOCIEDAD  › PEREZ ESQUIVEL DESAFIO AL EMPRESARIO BENETTON

Duelo por la tierra mapuche

El Premio Nobel de la Paz, en una carta abierta, le pidió al empresario que se encuentre con los mapuches y les restituya las tierras que reclaman. Benetton se mostró dispuesto a dialogar.

El Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel había sido contundente: “Usted se ha valido del dinero y la complicidad de un juez sin escrúpulos para quitarle tierras a una humilde familia de hermanos mapuches”. Lo dijo en una carta abierta dirigida al empresario Luciano Benetton, publicada el lunes en el diario italiano La Republicca, en referencia a las 385 hectáreas que la Justicia de Chubut negó a un matrimonio aborigen y le otorgó a la compañía multinacional, que tiene en la Patagonia argentina 900.000 hectáreas. Luciano Benetton, uno de los hermanos dueños de la compañía, respondió ayer por medio de otra carta abierta publicada en el mismo diario: “Estoy dispuesto a encontrarme con Pérez Esquivel para abrir una confrontación sobre el tema de las tierras”. El Nobel de la Paz no tardó en retrucar. “Lo voy a invitar que venga al país, le voy a explicar que los mapuches tienen un derecho natural sobre esa tierra y le pediré que la devuelva, con título de propiedad y todo”, dijo a Página/12. Atilio Curiñanco y Rosa Nahuelquir, el matrimonio que reclama esos terrenos, estarán mañana en el Congreso para pedir ante los legisladores que hagan cumplir la Constitución Nacional y les devuelvan sus tierras ancestrales.
“Usted ha comprado 900 mil hectáreas de tierra en la Patagonia para aumentar sus riquezas y poder, y actúa con la misma mentalidad que los conquistadores”, dice la carta de Pérez Esquivel, dirigida “al señor Benetton”. En el mismo medio, ayer respondió Benetton: aunque dijo que está dispuesto a tratar de encontrar una solución, reivindicó el principio de propiedad privada. “La propiedad física e intelectual debe ser de quien puede construirla con su trabajo, favoreciendo el crecimiento y la mejora de los demás”, aseguró el empresario, que no suele visitar las tierras que poseen en Santa Cruz, Chubut y Río Negro. Quien sí visita las estancias, al menos cuatro veces al año, es Carlo Benetton, que suele asegurar que la Patagonia le inspira “una maravillosa sensación de libertad”.
En el escrito, Luciano señala que, al adquirir enormes cantidades de tierras en Argentina, “queríamos transformar una empresa en decadencia en una empresa agrícola próspera. Buscamos producir desarrollo y trabajo para el territorio y sus habitantes”.
El 23 de agosto de 2002, Curiñanco y Nahuelquir se instalaron junto a sus hijos y nietos en el predio Santa Rosa del paraje Leleque, donde se habían criado, a 90 kilómetros de la ciudad chubutense de Esquel. En el lugar comenzaron a trabajar la tierra, hicieron uso efectivo de 25 hectáreas y criaron animales, hasta que el 2 de octubre a la mañana fueron desalojados violentamente por la policía. La Compañía de Tierras del Sud Argentino –la sociedad anónima que pertenece a la familia Benetton– demandó a los mapuches por usurpación en el ámbito penal y por la restitución final de la tierra en lo civil.
En mayo de este año, el juez de Esquel, Jorge Eyo, dictó el sobreseimiento en lo penal para los mapuches, pero ordenó la “restitución definitiva” de la tierra a la multinacional. Eyo privilegió un título de propiedad de fines de siglo XIX –años de las primeras entregas de tierras en pocas y acomodadas manos, luego de las matanzas del Ejército encabezado por el general Julio Argentino Roca– en lugar de la Constitución Nacional de 1994, que reconoce el derecho ancestral de la tierra de los pobladores originarios. “Ganaron sólo una batalla. Seguiremos peleando”, habían asegurado desde la Organización de Comunidades Mapuche-Tehuelche 11 de Octubre.
“Mi deseo es que podamos solucionar el tema cuanto antes. Sería muy bueno si Luciano Benetton puede viajar hasta acá y juntos visitar la tierra que corresponde a los mapuches. Si no intentaríamos viajar nosotros a Italia”, explicó Pérez Esquivel a Página/12. Además, el Nobel de la Paz destacó que los pueblos originarios de todo el país están sufriendo “la expulsión de sus tierras, son maltratatos y, aunque la Constitución reconozca sus derechos, no se los respetan. La empresa Seaboard Corporation –una multinacional que echó de sus tierras y mandó reprimir a una comunidadguaraní de Salta– y el gobernador Juan Carlos Romero son ejemplos de esos atropellos”.
Las tierras reclamadas por el matrimonio mapuche –quienes estarán mañana en el Congreso– representan el 0,042 por ciento de las que posee la multinacional, el mayor terrateniente de la Argentina. “La propiedad de Benetton es cuarenta veces más grande que la superficie de la Ciudad de Buenos Aires. En ellas alimenta a 280.000 ovejas, que gozan del privilegio de tener a su disposición 3,2 hectáreas cada una, mucho más de lo que tienen las familias despojadas de su tierra”, afirma en una investigación el periodista Sebastián Hacher, de Indymedia Argentina.

Informe: Darío Aranda.

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