SOCIEDAD
› LA IGLESIA ESPAÑOLA, CONTRA EL CASAMIENTO GAY
“Es fabricar moneda falsa”
Por Juan Bedoya *
Desde Madrid
La jerarquía del catolicismo español llamó ayer a la movilización general de sus fieles, en especial de los parlamentarios, contra la legalización del matrimonio homosexual que pretende el gobierno socialista. “El único verdadero matrimonio” es más importante para la vida de los pueblos incluso que el Estado, sostienen los obispos en un documento de la Conferencia Episcopal. La Iglesia Católica añade que el matrimonio de gays y lesbianas pone en peligro “todo el sistema económico”. “Fabricar moneda falsa es devaluar la moneda verdadera”, dice.
La Conferencia Episcopal emitió una “nota” de seis puntos sobre la próxima legalización de las uniones homosexuales “de diversos modos”. Los obispos comienzan proclamando que “las personas homosexuales, como todos, están dotadas de la dignidad inalienable que corresponde a cada ser humano”, pero entran en materia inmediatamente calificando de “inusitada la innovación legal” anunciada por el Ejecutivo socialista. “Tenemos el deber de recordar algo tan obvio y natural como que el matrimonio no puede ser contraído más que por personas de diverso sexo: una mujer y un varón. A dos personas del mismo sexo no les asiste ningún derecho a contraer matrimonio entre ellas. El Estado no puede reconocer este derecho inexistente, a no ser actuando de un modo arbitrario que excede sus capacidades y que dañará, sin duda muy seriamente, el bien común”, añaden.
También sostienen que la relevancia del “único verdadero matrimonio” para la vida de los pueblos es tal, que difícilmente se pueden encontrar razones sociales más poderosas que las que obligan al Estado a su reconocimiento, tutela y promoción. “Se trata de una institución más primordial que el Estado mismo, inscripta en la naturaleza de la persona como ser social. La historia universal lo confirma: ninguna sociedad ha dado a las relaciones homosexuales el reconocimiento jurídico de la institución matrimonial”, dicen los prelados antes de proclamar que si el Estado procede a dar curso legal “a un supuesto matrimonio entre personas del mismo sexo, la institución matrimonial quedará seriamente afectada”. “Fabricar moneda falsa es devaluar la moneda verdadera y poner en peligro todo el sistema económico. De igual manera, equiparar las uniones homosexuales a los verdaderos matrimonios, es introducir un peligroso factor de disolución de la institución matrimonial y, con ella, del justo orden social”.
Después de afirmar que el reconocimiento jurídico de las uniones homosexuales “constituiría un error y una injusticia de muy negativas consecuencias para el bien común y el futuro de la sociedad”, los obispos piden a sus fieles que hagan “todo lo que legítimamente se encuentre en sus manos en el sistema democrático para que las leyes de nuestro país resulten favorables al único verdadero matrimonio”. Los obispos reclaman en particular esa movilización al “parlamentario católico” pidiendo que exprese públicamente su desacuerdo y vote contra el proyecto anunciado.
* De El País, de Madrid. Especial para Página/12.