SOCIEDAD
› FALLIDA MANIOBRA DEL MACRISMO EN TORNO DEL CODIGO
La consulta, que sí, que no
Primero propuso debatir su propuesta del plebiscito en la sesión de hoy, creyendo que sería rechazada. Pero cuando fue aceptada la moción, dio marcha atrás. Los piqueteros, a la Legislatura.
› Por Mariana Carbajal
El macrismo tuvo su segundo blooper en apenas tres días y una vez más con el mismo tema: la consulta popular inviable anunciada por Macri el lunes. Ayer, la presidenta de Compromiso para el Cambio, Gabriela Michetti, propuso incluirla en el temario de la sesión de hoy. Estaba convencida de que no contaría con el acuerdo de los demás bloques para tratar la iniciativa y así podría salir a decir a la opinión pública que sólo el macrismo quiere darles participación a los vecinos en el debate del Código. Pero a Michetti le fallaron los cálculos: oliendo una maniobra política, ibarristas, kirchneristas y socialistas aceptaron que la consulta se debata en el recinto. Entonces, la propia Michetti, insólitamente, retiró su propuesta, al no contar con apoyo dentro de su propio bloque. Aunque el Código no se tratará hoy, organizaciones piqueteras igual marcharán a la Legislatura.
El papelón macrista ocurrió en las primeras horas de la tarde en la reunión de autoridades de bloques, convocada para definir el temario de la próxima sesión. Michetti planteó incluir entre los proyectos a tratar “sobre tablas”, es decir, sin ser discutidos antes en las comisiones legislativas, el del llamado a una consulta popular para escuchar la opinión de los porteños sobre los puntos más calientes del Código Contravencional. Michetti pensó que no iba a tener votos suficientes. De hecho, por la mañana lo dijo en un reportaje radial: “Hoy lo vamos a presentar sobre tablas, lo que sospecho es que no vamos a tener el apoyo de los diputados de los otros bloques. La verdad (es) que me da mucha pena y tristeza porque sinceramente la iniciativa tenía que ver con darle un espacio también de manifestación a la gente...”, comentó en declaraciones a Radio El Mundo.
Para que un proyecto, que no pasó por una comisión, sea tratado en el recinto se necesitan 40 votos. El voto de cada presidente de bloque vale el número de integrantes que tiene su bancada. Michetti calculó que apenas iba a sumar 23, la cantidad de diputados de Compromiso para el Cambio. Pero, como a la farolera de la canción popular infantil, las cuentas le salieron mal. Fernando Melillo, del ARI; Diego Kravetz, del bloque kirchnerista, y Roy Cortina, del socialismo, le dieron su apoyo para discutirlo hoy, aunque no levantarían la mano para aprobarlo. Fue ahí cuando el macrista Santiago de Estrada, vicepresidente primero de la Legislatura, tomó la palabra y argumentó que debatir la consulta popular sería tocar tangencialmente el Código y para eso no estaba garantizada la seguridad. Sin consenso dentro de su propio partido, Michetti no tuvo otra alternativa que retirar su propuesta. “Son absolutamente contradictorios. Están manejando el tema del Código con absoluta liviandad”, se quejó Melillo. “Lo que hicieron fue una payasada. Quieren mostrar que tienen iniciativas. Nosotros queremos mostrar a los vecinos que esta consulta popular es inconstitucional”, señaló Kravetz. En rigor, la Constitución de la Ciudad y la ley 86, que reglamenta la consulta popular, impiden su realización en caso de leyes que requieran una mayoría especial para ser aprobadas como ocurre con el Código Contravencional, que exige para su sanción 31 votos.
Lo curioso es que el proyecto de Michetti –lo presentó el martes– convoca a la consulta popular el 22 de agosto, es decir, dos semanas y media después del 4 de agosto, día fijado a instancias del macrismo para empezar a debatir cada artículo del Código.
En conferencia de prensa, Macri había anunciado el lunes que quería poner en consideración de los porteños cinco puntos: si aceptan que la prostitución se ejerza en lugares cerrados y no en la vía pública; si quieren que la venta ambulante se acepte sólo “si no afecta a comerciantes en regla”; si están de acuerdo con que se garantice “el derecho a la protesta no violenta, garantizando la libertad de tránsito y de trabajo”; si aceptan que la reincidencia se castigue con pena de arresto y si quieren una policía local. De los cinco puntos originales, los dos últimosfueron podados. Macri no había tomado en cuenta que la pregunta de la policía favorecería al gobierno porteño, que viene pulseando por el traspaso de la Federal a su órbita. Y sobre la reincidencia, un amplio sector del macrismo había consensuado hace una semana flexibilizar su aplicación con ibarristas y kirchneristas.