SOCIEDAD
Tres marcas en la mano de Diego Lucena serán objeto de estudio
El viernes exhumarán el cuerpo para determinar si la lesión coincide con el pasaje de corriente. El juez del caso dictó la prisión preventiva de los cuatro detenidos por el crimen.
› Por Horacio Cecchi
El juez de Garantías de La Matanza, Rubén Ochipinti, dictó la prisión preventiva de los cuatro detenidos por el caso Lucena. Entretanto, por solicitud de la defensa de uno de los detenidos, el viernes próximo será exhumado el cuerpo de Diego Lucena. Buscan determinar, mediante pericias, si las marcas que aparecen en el dorso de la mano derecha de Diego se corresponden con el pasaje de corriente eléctrica o si, como señalaron durante la autopsia, fueron producidas al golpear contra el suelo.
Diego fue asesinado en la madrugada del 20 de junio pasado. Desde el inicio del caso, sus familiares denunciaron la participación policial en el crimen. Aseguraban que una lesión que aparecía en una de las manos del joven se correspondía con marcas de esposas. En ese momento, esas marcas sostenían la denuncia contra los policías de la comisaría del barrio San Alberto, de Isidro Casanova. Ahora son el objetivo de un próximo estudio pericial, que buscará determinar qué fue lo que las provocó.
La causa judicial, a cargo del fiscal 5 de La Matanza, Gustavo Banco, tiene cuatro detenidos: Carlos “Cali” Alcañán, José “Peque” Brito y Walter “Waly” Sadías, acusados como presuntos coautores de la golpiza que provocó la muerte de Diego; y a Martín Brítez, quien aportó el primer testimonio, en el que involucraba a uno o dos patrulleros que, según él, salieron en persecución de Diego apenas fue arrojado a la calle por los patovicas de la disco Invasión Tropical. Finalmente, el fiscal no le creyó y lo detuvo acusándolo de falso testimonio y encubrimiento.
Aunque para el fiscal todas las pruebas conducían a la hipótesis de la patota, los familiares de Diego insistieron en todo momento –aún lo hacen– en responsabilizar a la policía. Pero la confesión del Cali Alcañán –quien no sólo se autoincriminó sino que señaló a sus dos amigos como partícipes directos del crimen y describió con lujo de detalles cómo ocurrió– dio un importante soporte a la hipótesis fiscal.
Según fuentes judiciales, en la primera autopsia los médicos forenses habían definido las marcas como lesiones puntiformes que parecían resultado de un golpe contra un objeto duro y rugoso, como es el piso. Aunque en la fiscalía sostienen esa hipótesis, Banco pidió al juez Ochipinti que se realizara la exhumación del cuerpo para solicitar un estudio detallado sobre las marcas. Por su lado, los familiares sostienen que se corresponde con el pasaje de corriente eléctrica.
“Las marcas no están en la muñeca –describió la fuente judicial– sino en el dorso de la mano derecha. Es criterioso despejar todas las dudas.” El juez aceptó el pedido. La exhumación se realizará el viernes próximo, a las 10 de la mañana. Pero la idea de analizar si hubo paso de corriente eléctrica no provino de la fiscalía sino que, curiosamente, fue solicitada al fiscal por la defensa del Cali Alcañán, el mismo detenido que, con su confesión, pareció alejar las sospechas sobre la policía.
Para la fiscalía, el caso está resuelto, aun si las pericias llegaran a determinar que Diego fue picaneado. “Existen unos aparatos electrónicos portátiles, que descargan electricidad, que suelen ser usados por los patovicas y que no suelen ser habituales en la policía –señaló la misma fuente–. Si la pericia llega a demostrar que existió el pasaje, habrá que analizar quién la aplicó.” Entretanto, el juez Ochipinti ayer dictó la preventiva: a Wally Sadías, como presunto autor del homicidio; al Peque Brito y al Cali Alcañán, como partícipes necesarios; y a Brítez por encubrimiento y falso testimonio.