SOCIEDAD
› HOY SE REUNEN AMIGOS Y PARIENTES DE POLI ARMENTANO
A la Recoleta, contra el cajoneo
El “rey de la noche” hubiera cumplido 47 años y el homenaje en su tumba será también un intento de “impulsar la causa”, que prescribe en 2006 y ya pasó por veinte jueces.
› Por Carlos Rodríguez
Hoy, en la bóveda donde están depositados sus restos en el cementerio de la Recoleta, será recordado por sus padres y hermanos, y por decenas de amigos, Leopoldo “Poli” Armentano, asesinado hace más de diez años, en abril de 1994, por un homicida profesional que le apoyó en la cabeza el caño de un revólver calibre 38 y luego apretó el gatillo. Este domingo Poli habría cumplido 47 años y por eso la recordación, junto con la promesa reiterada de “seguir impulsando en la Justicia argentina que se investigue a fondo un caso que ha sido bastardeado y que ha sido cajoneado porque, de llegarse al hueso, caerían muchas figuras importantes que siguen siendo intocables”, comentaron a Página/12 dos amigos personales del asesinado ex propietario de las discos Trumps y El Cielo, considerado durante años el rey de la noche porteña. Los allegados a Poli tratarán de despertar el dormido expediente, porque de lo contrario la acción penal podría ser declarada prescripta en abril del 2006.
En la causa, que en diez años ha pasado por la mano de más de veinte jueces subrogantes, Guillermo Coppola sigue figurando como imputado no procesado, como presunto autor intelectual del crimen, aunque todavía siguen sin aparecer –y sin buscarse, casi– las pruebas que confirmen o nieguen esa presunción, alimentada por los allegados a Poli y rechazada hasta el cansancio por el ex manager de Diego Maradona. Durante mucho tiempo, Poli y Coppola fueron grandes amigos y socios, hasta que “algo se rompió entre ellos”, recordaron a este diario los desconsolados amigos del Rey. Los entrevistados, que pidieron reserva del nombre “por ahora”, aseguraron que lucharán “hasta el último minuto, para que se haga justicia”. En estos días, los representantes legales de la familia de Poli se reunirán con la jueza a cargo, Mirta López González, para tratar de darle forma al renacimiento de la causa.
“Al comienzo de la investigación, un jefe de Homicidios de la Federal le dijo a la familia que ya sabía quién había sido el autor intelectual del crimen, pero al poco tiempo lo relevaron del cargo y la causa cayó en un pozo del que ya nunca salió”, aseguró una de las fuentes. A Poli Armentano lo asesinaron en la madrugada del 20 de abril de 1994, cuando luego de estacionar su flamante BMW se dirigía caminando hacia su departamento, ubicado en De María y Sinclair, en el barrio de Palermo.
El disparo a quemarropa le destrozó la cabeza, pero a pesar de ello, “por un impulso que nadie puede explicarse todavía”, rechazó la ayuda que quisieron darle algunos transeúntes y se dirigió, a pie, hasta su domicilio. “Subió los cinco pisos por las escaleras hasta que no pudo más y lo internaron en el Hospital Fernández, donde falleció dos días después”. En los boliches de su propiedad, era habitual la presencia de Coppola, de Carlitos Menem y de Ramón Hernández, ex secretario del ex presidente Carlos Saúl Menem, con quienes solía tener largas tertulias. Aunque nunca pudo probarse nada, siempre se dijo que a Poli lo mataron porque se negaba a vender droga en sus boliches, al punto que lo llegaron a señalar como supuesto informante de la DEA. “El no era buchón de nadie, pero estaba en contra de la droga y hay que tener en cuenta que en esos años había una campaña muy fuerte del narcotráfico, con vinculaciones políticas, para imponer el uso masivo del extasis en los boliches”, dijeron sus amigos, citando versiones que están insinuadas en la causa como posibles móviles del hecho. “A él le decían el rey de la noche, pero ni siquiera tomaba alcohol, desde una vez que, a los 18 años, se agarró una terrible borrachera en una fiesta de estudiantes”.
Ricardo Polito, uno de los abogados que trabajó para la familia a lo largo de estos años, dijo hace unos meses que ya tenía “el nombre del autor material del hecho y es posible que encontremos las pruebas”. Los allegados a Poli consideran que, a partir de ese dato, “es factible acercarse al autor intelectual”. La causa por el asesinato de Armentano tuvo un nacimiento poco afortunado: el primer juez fue Francisco Trovato, quien fue acusado de haber cobrado coimas y finalmente fue destituido por decisión del Congreso nacional.
Trovato llegó a procesar como supuestos autores materiales del crimen a los agentes del servicio penitenciario de Córdoba Walter Melian y Adrián Araujo, pero la Cámara del Crimen revocó la decisión y los dejó en libertad. Otra hipótesis señaló como responsable directo a Diego “El Facha” Corso, preso por otros delitos, y hasta se dejó entrever que existían pruebas que lo vinculaban con Coppola. El penitenciario Walter Melian fue quien acusó directamente a Corso, pero la investigación siguió haciendo agua, en parte porque la causa fue atendida, en forma rotativa, por decisión de la Cámara del Crimen, por más de 20 jueces subrogantes que fueron ocupándose, por turnos, del juzgado que supo ser de Trovato.
“Yo no soy de la noche, yo trabajo de noche”, solía decir Poli Armentano para sacarse de encima el mote de rey de la noche, dicho como si fuera algo así como El Espíritu del Mal. “Poli era una buena persona y lo mataron porque estaba enfrentado con la mafia de la droga. Nosotros vamos a seguir luchando para que los culpables caigan de una vez por todas, porque las pruebas están a la vista y nadie hizo nada para que la investigación llegara a buen puerto.”