Hubo por lo menos una víctima fatal argentina en el incendio del supermercado en Asunción del Paraguay, y es muy probable que sean dos. El fallecimiento confirmado es el de Lorena Muñoz, joven de 25 años, que estaba embarazada; vivía en ese país desde que tenía dos años. La probable segunda víctima sería otra mujer, María Elizabeth Caballero. Entre tanto, siguen internados en hospitales y clínicas de Asunción los tres heridos de nacionalidad argentina: dos están en terapia intensiva, uno de ellos con pronóstico reservado y el restante evoluciona favorablemente pero aún está en terapia intermedia. La cantidad de muertos en el siniestro del domingo se situó en 399, tras haber sido depuradas las listas; de ellos, 53 todavía están sin reconocer. Pero además hay 144 desaparecidos y, de los más de 500 internados con heridas y quemaduras, por lo menos diez tienen pronóstico reservado.
Lorena Gabriela Muñoz había llegado de la Argentina cuando tenía dos años. Tenía 25, una hijita de dos y estaba embarazada. Con su madre tenían un pequeño almacén. El domingo pasado fue de compras al supermercado Ycuá Bolaños, en la entrada sur de Asunción, y figura en la lista de fallecidos, según confirmó ayer el consulado argentino en la capital paraguaya.
En cuanto a la segunda víctima argentina, el cónsul argentino en la localidad paraguaya de Encarnación, Raúl Alejandro Sosa, contó a este diario que ayer a la mañana “se presentó el señor Lorenzo Caballero, residente en Posadas, y dijo que su hija, María Elizabeth Caballero, argentina, había fallecido en el incendio del Ycuá Bolaños: le conseguimos pasajes para viajar a las seis y media de la tarde a Asunción con su esposa y su otra hija; pidió que fuera más temprano pero no había y después no se presentó a retirarlos. Tal vez haya viajado antes por otro medio”.
Según una fuente del consulado argentino en Asunción, “María Elizabeth Caballero figura en la lista de fallecidos pero con número de documento y ciudadanía paraguaya”. Sin embargo, como observó el cónsul Sosa, “es común que personas nacidas en la Argentina estén anotadas también con nacionalidad y documentación paraguaya”, como de hecho es el caso de la otra víctima.
En cuanto a los quemados de nacionalidad argentina, “Pablo Torres, de 23 años, es el que está más grave; sigue internado en terapia intensiva, muy grave, en hemodiálisis, con pronóstico reservado, en el Instituto de Previsión Social”, según el consulado argentino en Asunción. Lo acompaña su novia, también argentina y muy joven. Torres trabajaba como promotor de ventas en el supermercado que se incendió.
Luis Cardozo, de 34 años, “es el que mejor está evolucionando de los tres –según la fuente del consulado–: salió de terapia intensiva y está en terapia intermedia en el Hospital de Clínicas”. Cardozo vive desde hace diez años en Paraguay y era carnicero en el Ycuá Bolaños.
El tercero de los argentinos internados es Julio César Díaz, en terapia intensiva en la Clínica Santa Clara: “Conectado a un respirador, evoluciona favorablemente pero todavía se halla en estado delicado”, según la fuente consular. Tiene 21 años y trabaja en un comercio de repuestos de automotores.
La última cifra de fallecidos en el siniestro, dada a conocer ayer, es de 399, de los cuales 53 están sin identificar. La Fiscalía General de Paraguay precisó este número luego de depurar la lista, ya que varias víctimas figuraban más de una vez por haber sido inscriptas con los apellidos paterno y materno.
Y además hay 144 desaparecidos, reclamados por familiares. De los más de 500 quemados y heridos, 69 siguen en unidades de terapia intensiva, diez de los cuales se hallan “en estado grave”, según el Comité de Emergencia Nacional.Por lo menos 200 niños y adolescentes menores de 18 años fueron afectados por el siniestro: de ellos, 70 siguen en hospitales, 80 fallecieron y 26 están desaparecidos.
En cuanto a las causas del desastre, “por el momento se descarta que haya sido un atentado”, anunció el presidente de Paraguay, Nicanor Duarte Frutos. En el edificio quemado trabajan especialistas de Estados Unidos, España, Colombia, Brasil y la Argentina para determinar las causas del siniestro.
Por lo demás, un grupo de concejales asunceños cuestionó a la intendencia por no haber fiscalizado adecuadamente las condiciones de seguridad del Ycuá Bolaños. El dueño del establecimiento, Juan Pío Paiva, y su hijo Daniel Paiva continúan detenidos, acusados de homicidio doloso por haber ordenado que las puertas del supermercado en llamas se cerraran para impedir que la gente se fuera sin pagar.