SOCIEDAD
› EL BONAERENSE HERIDO EN EL ASALTO A LA MADERERA
Pasó de víctima a detenido
La fiscalía de Lomas de Zamora sospecha la participación de un policía de la provincia de Buenos Aires en un caso que comenzó con un asalto y terminó en un tiroteo en el que quedó en coma el hijo del dueño de una maderera de Longchamps. Ayer, el fiscal Domingo Ferrari pidió la detención del policía Víctor Hugo Sierra como presunto “partícipe necesario del robo calificado” al local. En el extraño episodio, está imputado otro policía, en este caso retirado de la Federal. Fue el autor del disparo contra el hijo del comerciante. Según explicó ayer durante la indagatoria, pasaba de casualidad por ahí y disparó porque confundió al comerciante con el ladrón.
Víctor Sierra, el policía sospechado de participar en el asalto pertenece al Comando de Patrullas de Lomas de Zamora. Fue una de las dos personas que el sábado a la mañana se acercó a la maderera donde trabajaba Hugo Iraizos y su hijo Nahuel, en Hipólito Yrigoyen al 17.000 en Longchamps, Almirante Brown. Según la fiscalía, el policía habría permanecido afuera mientras Irineo Rojas entraba armado al local para robar, pero el dueño del comercio y su hijo se resistieron. Según la declaración del padre de Nahuel, Rojas sacó una pistola 9 milímetros, hizo un disparo y les advirtió que “contaba con apoyo externo”. En ese momento le dispararon, y cayó al piso muerto.
Enseguida, los comerciantes recogieron el arma y salieron afuera. En la calle se toparon con el agente Sierra, franco de servicio y vestido de civil. Voceros policiales indicaron que Iraizos, convencido de que Sierra era un cómplice de Rojas, le efectuó un disparo que le entró por una axila. El cabo Sierra cayó tendido en la vereda de enfrente y este episodio fue observado por el otro policía, Alejandro Etchechurry, agente de la Federal retirado que curiosamente pasaba por el lugar.
Etchechurry ahora está detenido y acusado por lesiones graves. El sábado, Ferrari le tomó indagatoria. En su descargo, explicó que de casualidad pasaba por la puerta del local en su camioneta y con su hijo. Observó de un lado a un civil armado, Nahuel Iraizos, y a otra persona con un arma y una credencial de policía. No se sabe aún cómo es que distinguió la credencial desde la camioneta. Etchechurry declaró que al ver el episodio pensó que Iraizos era un asaltante, por lo que fue hasta la camioneta, tomó un chaleco antibalas y se lo colocó, para ayudar a Sierra, porque supuso que era la víctima. Luego, escuchó un disparo, vio a Sierra baleado, y se topó con Iraizos a quien le tiró, según él, creyendo que era el delincuente.
Sierra está internado en el Hospital Meléndez, donde se hizo una tomografía para determinar si la bala que entró por la axila comprometió la columna. Ahora el juzgado de garantías 6 de Lomas de Zamora deberá pronunciarse a favor o en contra del pedido de detención exigido por Ferrari.
En tanto, aún es incierto el estado de salud de Nahuel Iraizos. Tiene 30 años y después del tiro en la cabeza lo internaron en el Hospital Espora. Según el parte médico, su estado es reservado.