Aunque las lluvias cesaron hace 48 horas, se mantiene la emergencia por inundaciones en 12 municipios ubicados en la zona centro y en el sudoeste del Chaco, donde hay más de 5 mil evacuados. Una de las localidades más afectadas es La Clotilde, a 40 kilómetros de Presidencia Roque Sáenz Peña –la segunda ciudad de la provincia–, donde fueron evacuados cerca de 2 mil de sus 6 mil habitantes. Para aliviar lo que ocurría en La Clotilde y en La Tigra, una pequeña población vecina, los productores agrícolas hicieron dos cortes en el terraplén de la Ruta 95, lo que permitió un rápido desagote de las aguas. De todos modos, como no existe magia alguna que pueda hacer desaparecer los 5 millones de metros cúbicos que se acumularon en la zona inundada, la masa de agua se fue trasladando hacia Villa Berthet, ubicada al otro lado de la Ruta 95, donde ahora se viven momentos difíciles.
“Por ahora no llueve, a pesar de los pronósticos que siguen anunciando nuevas precipitaciones; todos nos la pasamos mirando el cielo con preocupación”, dijo ayer a Página/12 una fuente del Ministerio de la Producción de la provincia. “Hay más de 5 mil evacuados y muchas personas siguen en sus viviendas por razones de seguridad, aunque tienen el agua adentro”, confirmó la oficina de prensa de la gobernación. En La Clotilde cayeron 470 milímetros en 48 horas y la lluvia acumulada, en la última semana, llega en algunas zonas a los 900 milímetros. El agua llegó incluso a la zona céntrica de Presidencia Roque Sáenz Peña y el desastre no fue mayor “porque se venía de una prolongada sequía de más de seis meses, de manera tal que los canales y ríos estaban secos, lo que permitió encauzar buena parte del agua caída”, explicaron los voceros de prensa.
Las aguas, que están escurriendo lentamente hacia el sur, hacia la provincia de Santa Fe, ocupan unas 300 mil hectáreas sembradas con soja, girasol y algodón. El gobierno provincial dijo que un camión sanitario brinda servicios de clínica médica, ginecología y odontología a los afectados, a la vez que se realiza una campaña de prevención por la presencia de víboras, alacranes y mosquitos en las localidades inundadas. Las pérdidas son totales para medianos y pequeños productores.
En Villa Berthet, a 190 kilómetros de Resistencia, seguían ingresando las aguas que vienen desde La Clotilde y La Tigra. El intendente de Berthet, Gustavo García, dijo a este diario que el agua “avanza en forma incontenible y está provocando daños gravísimos en nuestra economía”. Fuentes de la gobernación dijeron que en las zonas afectadas la cosecha de algodón “se perdió en su totalidad”. El vicegobernador Eduardo Moro, a cargo del Ejecutivo provincial, solicitó a Vialidad Nacional la apertura de alcantarillas en varios sectores de las rutas 94 y 95, para impedir que el terraplén convierta a los campos “en una pileta de natación”.